Durante el verano pasado, jóvenes de Caldas de Reis y Caldas de Vizela participaron en un intercambio celebrado en la localidad portuguesa, a la que llevaron como presente un recipiente con agua procedente del Umia porque el agua fue el eje en torno al cual giró la temática del encuentro.
Mientras localidades portugueses como Porto, Caldas de Vizela, Ponte Lima o Vilanova de Cerveira convirtieron sus ríos en el centro de su vida y el punto de referencia para sus habitantes y los turistas, en Caldas de Reis no sucede lo mismo, mantiene el portavoz de ICdR, Fernando Pérez.
En el último Pleno, celebrado el día 24, los independientes presentaron una petición para que la Corporación estudie, en una sesión monográfica, la situación del Umia y las medidas que sería necesario adoptar para recuperarlo. «Inicialmente, su predisposición fue buena y en breve es posible que se celebre una reunión de portavoces en la que se hablará del tema», afirmó el edil independiente.
«El abandono en que se encuentra el río es claro y manifiesto», agregó antes de recordar que varios cientos de vecinos firmaron un escrito en el que solicitan medidas correctoras que vayan mucho más allá que la limpieza de algas realizada.
Pérez mantiene que la construcción de una escollera junto al malecón fue una agresión contra el río y denuncia el estado de «total abandono» de la playa fluvial. El portavoz de ICdR agrega a su lista de motivos por los que es necesario aprobar un plan integral de mejora la caída de árboles en el cauce, que achaca a la intervención humana.
Además, hace mención a una estampa que contemplan quienes se acercan al puente o lo cruzan: el cauce del río Umia apenas puede observarse entre las plantas y arbustos que crecen en su cauce. Pérez subraya que por el viaducto pasan la práctica totalidad de las personas que visitan caldas de Reis y esa imagen queda grabada en sus retinas.
Las compuertas. «Caldas siempre vivió de sus ríos», subrayó, y otra obra que provocó un notable impacto negativo en el Umia entiende que fue la construcción de las compuertas reguladoras del paso del agua situadas cerca del puente, iniciativa que fue justificada con la finalidad de facilitar el remonte de especies como la trucha y el salmón.
El resultado de esta obra es que el caudal en el centro de la localidad es muy escaso y los ciprínidos siguen sin poder remontar el Umia porque, a poco más de un kilómetro río arriba, el embalse de A Baxe «es un obstáculo insalvable», recuerda. «Están demacrando el río puñalada tras puñalada», lamentó Fernando Pérez.
El estado del puente también dista mucho de ser el adecuado, y mantiene que si hoy la calidad del agua del Bermaña presenta los parámetros mínimos de salubridad, fue después de numerosas iniciativas que pusieron fin a los vertidos en el río.
