Filipinas declara el estado de calamidad sumida en el caos generado por la escasez de víveres

El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, declaró hoy el estado de calamidad en todo el país a raíz de la devastación causada por el tifón Haiyan, que azotó el archipiélago filipino el pasado viernes.

Aquino, quien visitó la ciudad de Tacloban, en la isla de Leyte, donde según cálculos de la gobernación provincial podrían haber muerto unas 10.000 personas (según se ha confirmado no hay españoles entre las víctimas), hizo el anuncio durante un mensaje emitido por televisión.

Con esta declaración, el Gobierno filipino podrá imponer precios máximos a los artículos de primera necesidad y controlar los artículos para evitar la especulación y el acaparamiento de bienes, como medicamento o productos derivados del petróleo, informó el canal "GMA".

La creación de fondos especiales destinados a la reparación de las infraestructuras y servicios públicos y la concesión de préstamos sin intereses a los sectores más afectados de la población, son otras de las medidas aplicables.

"Sin duda, Tacloban se levantará otra vez", declaró el congresista Martin Romualdez al canal filipino sobre la tarea de recuperar la ciudad más golpeada por el fenómeno meteorológico.

Al menos el 70 por ciento de los edificios de Tacloban, incluidos varios del aeropuerto como almacenes y la torre de control, quedaron destruidos tras el paso del tifón Haiyan el pasado viernes.

La falta de víveres de primera necesidad ha hecho que la situación en la población sea insostenible, a la par que miles de personas buscan y ruegan por un asiento en los helicópteros militares para abandonar la ciudad.

El pillaje y los saqueos en los supermercados han sido un continuo en la ciudad, en la que los medios locales reportaron que una turba de gente desesperada atacó un convoy de la Cruz Roja con un cargamento de ayuda.

El portavoz de Defensa Civil, Reynaldo Balido, declaró que el restablecimiento del orden en Tacloban y otras áreas cercanas es una de las "principales prioridades".

Efectivos de la Policía Nacional de Filipinas y el Ejército han sido enviados a la zona para asegurar la paz y el orden en la región.

Mientras las cifras extraoficiales y los reportes de campo hablan de decenas de miles de víctimas mortales en la isla de Leyte, el Consejo para la Gestión y Reducción de Desastres prosigue con el lento recuento oficial de fallecidos.

El último informe del organismo gubernamental filipino cifra los muertos por el tifón en todo el país en 255, con 71 heridos y 38 desaparecidos, y asciende el número de afectados en casi 9,7 millones de personas y 615.000 desplazados, de los cuales 433.000 se encuentran alojados en los 1.444 centros de evacuación.

Haiyan, que hoy golpeó el territorio vietnamita tras perder intensidad a su paso por el Mar del Sur de China, se adentra debilitado como tormenta tropical en las provincias del sur de China.

Miles de personas deambula en Tacloban en busca de ayuda

Miles de personas afectadas por el tifón Haiyan transitan hoy por las carreteras de la isla de Leyte en busca de alimento y agua, tres días después de que el fenómeno meteorológico arrasara las provincias centrales de Filipinas.

El gobierno provincial ha arrojado sacas de arroz de 50 kilos en los laterales de las calzadas, donde imperaba la ley de la fuerza ante la falta de presencia de las fuerzas del orden.

Los equipos de limpieza también llegaron a la zona para apartar los amasijos de cables, árboles caídos y toneladas de escombros procedentes de antiguas casas y otros edificios, que bloquean el transito rodado y la llegada de ayuda a las zonas más aisladas.

Los propios residentes confirman la nula presencia de las fuerzas del orden, aunque reconocen que las autoridades locales también se han visto afectadas por los estragos del tifón.

"Hemos visto a muy pocos efectivos de las fuerzas de seguridad, pero claro ¿Cómo van a estar aquí si ellos se han visto igual de afectados que nosotros?", declaró a Efe Terry Mabag, propietario de una empresa constructora en Tacloban.

El portavoz de Defensa Civil, Reynaldo Balido, afirmó que el restablecimiento del orden en Tacloban y otras áreas es una de las "principales prioridades", mientras la Policía Nacional y el Ejército ha enviado a la zona efectivos de refuerzo para asegurar la paz y el orden en la región.

Mabag y su familia sobrevivieron a la crecida de la marea, causante de la mayor parte de los decesos, refugiados en el ático de su casa.

"Tenemos la suerte de que nuestra casa es de tres plantas y nosotros estábamos en el ático. El agua estuvo a punto de alcanzar el lugar donde nos resguardábamos, pero justo entonces empezó a remitir el nivel del agua", comenta el superviviente.

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