Fitch duda de la utilidad de un 'banco malo' si la economía no mejora

Fitch duda de la utilidad de un "banco malo" si la situación económica no mejora, ya que la experiencia demuestra que en otros países hay bancos que se han librado de sus activos problemáticos y siguen "luchando" por salir adelante.

En un informe publicado hoy, la agencia de calificación recuerda que los "bancos malos" se convirtieron en algo común con la crisis y ayudaron a estabilizar el sector financiero, aunque en casos como el de Irlanda metieron más presión sobre las finanzas públicas.

Los bancos malos se crean principalmente para que entidades con dificultades, en muchos casos en manos del Estado, puedan traspasar sus activos tóxicos y colocarse en una posición más fuerte, en la que se supone que sería más fácil su venta.

Sin embargo, Fitch avisa de que la privatización de estos bancos es un reto en las condiciones actuales de mercado y más teniendo en cuenta las perspectivas de rentabilidad de entidades que deben centrarse en el negocio tradicional en sus zonas de influencia.

Este enfoque de negocio hace menos volátil la rentabilidad en el largo plazo, pero presiona los márgenes de beneficio, al igual que los costes de reducción de personal, añade Fitch.

De ahí que enfatice en la necesidad de que las entidades que transfieran activos al banco malo, principalmente inmuebles, acierten con su nuevo modelo de negocio.

Por último, la agencia aboga por encontrar una valoración "adecuada" de los activos que se pasan al banco malo, algo complicado en un entorno de "incierto", en el que los precios de los inmuebles son muy vulnerable a las fluctuaciones del mercado.

La utilización de expertos externos a la hora de valorar los inmuebles debería ayuda a mitigar el riesgo de pérdidas del banco malo, aunque "la fluctuación posterior en el valor de los activos depende de la evolución del mercado", sentencia Fitch.

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