La nueva Casa de Cultura de Dorrón fue el escenario elegido por el Taller de Memoria para echar una vista atrás en el tiempo. Los responsables de este curso, en colaboración con la Asociación de Veciños de Adina, han puesto en marcha una iniciativa que hará las delicias de aquellos vecinos que gusten de recordar sus orígenes y el pasado de las localidades en las que habitan.
El centro cultural fue escenario ayer de un encuentro en el que los asistentes tuvieron ocasión de compartir fotos antiguas. Los responsables de la actividad hicieron hincapié en que sería bienvenido cualquier tipo de documento. Fotos típicas de álbunes familiares, instantáneas de un paisaje, retratos, informes relacionados con propiedades y posesiones... Cualquiera de estas posibilidades sirvió para que los asistentes se hiciesen una idea de cómo era Sanxenxo hace varios años. También se dio libertad absoluta a todos aquellos vecinos a los que les guste contar historias y anécdotas. "Calquera que o desexe poderá narrar experiencias propias ou historias de épocas pasadas transmitidas de xeración en xeración", explicó uno de los responsables de este particular encuentro.
Muchos cambios
La segunda sesión de este 'meeting' fotográfico (el inicial tuvo lugar la semana pasada en Adina) se centró en las parroquias de Bordóns y Dorrón. Hubo un tiempo en el que en esta última localidad apenas existían viviendas alrededor de la playa de Areas, cuyas dunas también han experimentado notables cambios con el paso del tiempo. También existen fotografías realizadas en años previos al inicio del desarrollo de los suelos urbanizables de Os Cotos y A Graña. "Os veciños que así o desexen poderán acudir á Casa de Cultura con fotografías, documentos ou, simplemente, ganas de contar historias relacionadas coas súas parroquias", señalaron los organizadores.
Por lo general, las instantáneas antiguas (sobre todo las familares) son de un gran valor sentimental para sus propietarios. Deshacerse de una de estas imágenes, aunque sea de forma temporal, no resulta sencillo. Los participantes en el Taller de Memoria son conscientes de ello, por lo que dejaron claro que las fotografías se mantendrían expuestas durante toda la velada, pero que serían devueltas a sus dueños una vez concluida la sesión. "As fotos serán escaneadas, arquivadas e devoltas no acto. Nin sequera será necesario sacalas dos álbumes ou soportes nos que estean colocadas. Toda a información que nos achegue a xente será gardada de forma dixital. Queremos que estas imaxes sexan postas en valor posteriormente en diferentes exposicións", informaron los impulsores de la iniciativa.
