Galicia abrió este lunes una primavera en que se esperan temperaturas superiores a la media y precipitaciones normales tras un invierno cálido y seco según ha revelado este lunes el delegado territorial de la agencia meteorológica Aemet en Galicia, Francisco Infante.
La Comunidad gallega acaba de concluir el invierno con una temperatura media de 7,4 grados centígrados, 0,7 por encima de la media, aunque se sitúa por debajo de los registros de hace un año, con datos similares al conjunto del Estado, en que la variación ha sido de 0,6 grados. El comportamiento global se debe a que los meses de diciembre y febrero fueron cálidos o muy cálidos, mientras que el mes de enero tuvo carácter frío.
En cuanto a precipitaciones, Infante ha calificado de "seco o muy seco" el invierno gallego, en concreto porque diciembre tuvo los terceros números más bajos de la historia, solo por detrás de los meses de diciembre de 1991 y 1988, aunque febrero fue húmedo.
La predicción estacional para el trimestre, que comprende los meses de abril a junio, es "casi calcada al periodo anterior", con muchas probabilidades de que se registren "temperaturas con valores superiores a los normales", mientras que en el capítulo de precipitaciones "no se aprecian diferencias significativas". Respecto a los próximos días, el pronóstico es de nieve incluso en el interior de las provincias de A Coruña y Pontevedra "debido a la entrada de aire frío de una borrasca que se desplaza hacia el sur" y que llegará con precipitaciones y un importante descenso de temperatura. La alerta por nieve finaliza el jueves por la tarde y está prevista la llegada de un anticiclón que acabará con los chubascos y la inestabilidad del fin de semana para dar paso a un aumento de temperaturas.
La alerta por nieve finaliza el jueves por la tarde
BALANCE. Por meses, diciembre fue cálido en toda Galicia, en especial entre los días 4 y 6, cuando se superaron los veinte grados centígrados en varios puntos, mientras que las mínimas se registraron los días 19 y 31, en especial este último con 7,7 grados bajo cero en Verín (Ourense), y la racha máxima de viento fue en Fisterra (A Coruña), con 116 kilómetros por hora.
Enero fue frío debido a las masas de aire continental que llegaron del nordeste y que dieron las temperaturas más bajas los días 19 y 20, con una racha de viento idéntica en Fisterra el día 26 y las mayores precipitaciones, a pesar de que fue seco, registradas los tres últimos días del mes, con hasta 73,8 litros por metro cuadrado en veinticuatro horas en algunos puntos. Febrero fue cálido con una máxima en Ourense el día 22 de 23,8 grados centígrados y se trató de un mes "húmedo o muy húmedo debido a los temporales que afectaron entre los días 2 y 5", que llevaron hasta 298,6 litros por metro cuadrado en tres días a Beariz (Ourense). La racha de viento más alta, que también es la más fuerte registrada por esa estación meteorológica, fue en Fisterra el 3 de febrero, cuando la velocidad del aire llegó a los 189 kilómetros por hora.
"La predicción para la primavera es buena, pero si viene seca, vamos a tener problemas", asegura Infante
Marzo, de momento, ha llegado con una "primavera anticipada" y temperaturas por encima de la media a pocas jornadas del Día Meteorológico Mundial, que es este jueves y se celebra con el lema "Entendiendo las nubes".
El balance hídrico, que se computa entre los meses de octubre y de septiembre del año siguiente, muestra un déficit de precipitaciones en el noroeste, que contrasta con el superávit en el sudeste, debido a "un otoño muy seco con un invierno también seco". "La predicción para la primavera es buena, pero si viene seca, vamos a tener problemas", ha concluido Infante sobre la escasez de lluvias.
