Las confrontaciones entre el Concello y Política Territorial se centran ahora en el proyecto de seguridad vial de la PO-504, la carretera que une Sanxenxo con Vilalonga. La Xunta insiste en que ya está elaborando un plan y que el del Ayuntamiento llega tarde. La Administración local le envió esta semana un anteproyecto y asegura que desde el área autonómica nadie le ha informado de que harán caso omiso al suyo. Así, el grupo de Gobierno siguió ayer defendiendo su documento, pese a que la Consellería le ha reclamado los datos relativos a las propiedades, edificaciones y licencias afectadas por la rotonda de A Vichona. Incluso, el departamento que dirige María José Caride le ha remitido un plano con el cruce diseñado.
La alcaldesa, Catalina González, mostró su disconformidad con el plano de dicha rotonda adelantado por la Xunta, ya que “no tiene en cuenta las alineaciones contempladas en el PXOM de Sanxenxo, y además conlleva un mayor número de expropiaciones a los vecinos, que para nada suponen un aumento en la seguridad, ni la comodidad al circular”.
Desde el Gobierno local se estima que la rotonda diseñada desde el Ayuntamiento permite realizar un menor número de expropiaciones a los vecinos, aprovechando las líneas de afección que el PXOM designa para esa zona.
No obstante, anunció que en el plazo de unos días, dentro de un contexto de corresponsabilidad institucional, el Concello remitirá a la delegada de Política Territorial en Pontevedra, María Isabel Domínguez, la información demandada, según el ente autonómico, a solicitud de los afectados. La directiva de la plataforma vecinal se reunió ayer por la noche para analizar el anteproyecto municipal. En los próximos días convocará una asamblea para dedicir si lo aceptan o lo rechazan. En principio, el presidente, Marcial Touriño, afirma que recoge las demandas vecinales.
