Gran expectación en Barro al volcar un camión de pienso en la PO-531

El camión, visto desde el paso elevado sobre la PO-531 (izda.); la trasera del vehículo, con varios vecinos charlando, y un par de mujeres que tratando de aprovechar el pienso. d. freire
photo_camera El camión, visto desde el paso elevado sobre la PO-531 (izda.); la trasera del vehículo, con varios vecinos charlando, y un par de mujeres que tratando de aprovechar el pienso. d. freire

BARRO. Barro fue ayer escenario de uno de los accidentes más llamativos de la jornada, padecido por un camión de transporte y que se saldó con daños materiales.

El suceso se produjo minutos antes de las 17.00 horas, cuando el transporte, de Avícola de Galicia, volcó sobre un costado en la rotonda que une la PO-531 con el macronudo de Curro, en el kilómetro 10 del citado vial.

El camión circulaba en dirección Vilagarcía e iba cargado de pienso a granel, que como consecuencia del siniestro acabó vertido invadiendo parte de la calzada.

Los servicios sanitarios de Emerxencias atendieron en el lugar del siniestro al condutor, que, pese al impacto, estaba liberado, consciente y rechazó ser evacuado a un centro hospitalario, pidiendo el alta voluntaria.

Tras la llamada de un particular a las 16.20 horas para alertar del suceso, el 112 Galicia solicitó la intervención de Urxencias Médicas, Guarda Civil de Tráfico y Protección Civil de Barro, que montaron un dispositivo para controlar el tráfico hasta la retirada del vehículo. Una grúa de grandes dimensiones inició esta tarea poco después de las 20.00 horas.

La carga del camión fue recogida por los efectivos de limpieza de la Consellería do Territorio, alertados por el 112 Galicia para reestablecer la seguridad en la vía.

Gallinas

Además de la gran expectación que generó el camión volcado, su carga también despertó el interés de los vecinos de Curro.

Aplicando la ley del mar que dice que los efectos vertidos en un naufragio se pueden aprovechar en la costa, los vecinos fueron al raque o a las ‘crebas’ y, provistos con capazos, se hicieron con todo el pienso que pudieron. «Quen máis quen menos, todo o que tiña galiñas, pasou por alí», afirmó ayer un vecino.

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