Una vecina de la calle Fernández Ladreda regresaba de la playa el pasado miércoles, en torno a las 22.00 horas, cuando cerca de su portal, tirado en el suelo, encontró lo que parecía ser un dedo humano. De inmediato, dio la voz de alarma y varias unidades de la Policía Nacional acordonaron la zona, entre la sorpresa de numerosos vecinos y conductores. La medida preventiva se debía a la posibilidad de que apareciesen nuevos restos. El rastreo llegó hasta los contenedores de basura, pero no dio resultados.
El despliegue se produjo cinco horas después de haber ocurrido un accidente laboral en un negocio próximo de maquinaria agrícola y forestal. Uno de los empleados trabajaba con una cortadora cuando, a pesar de su experiencia con este tipo de aparatos, se seccionó parte de la mano izquierda.
La magnitud del corte y el tremendo susto del momento provocaron que, durante el traslado a Urxencias, el dedo mutilado quedase olvidado en la zona.
Uno de los compañeros de la víctima afirmó que "fue una verdadera desgracia, no quiero ni recordarlo". El joven fue operado el mismo día del siniestro y, ante la ausencia de la falange amputada, los médicos tuvieron que reconstruirle la mano.
De nada sirvió que el dedo hubiese sido localizado después por la vecina. El tiempo transcurrido le provocó tal deterioro que quedaba descartado cualquier reimplante. El herido "se encuentra bien y en proceso de recuperación".
Hallan en una calle de Pontevedra un dedo amputado en un accidente
La Policía acordonó la zona ante la posibilidad de que apareciesen nuevos restos
