MARÍN. Una mezcla de sorpresa, incredulidad e indignación recorrió ayer a las personas que detectaron la presencia de una oveja decapitada y con las patas atadas en la playa de Portocelo. Se trata, además, del tercer ejemplar hallado muerto en los arenales marinenses en tan solo una semana, ya que hace unos días habían aparecido otras dos en Aguete, aunque en aquel caso sin ningún signo de violencia.
La situación era tan llamativa que el Concello, en cuanto tuvo conocimiento del hallazgo, decidió avisar a la Policía Nacional para que adoptase las medidas oportunas de cara al posible esclarecimiento de lo sucedido.
En este sentido, una dotación policial se acercó a la playa más urbana de Marín para comprobar lo ocurrido y, posteriormente, la Policía Nacional decidió trasladar al lugar a personal de la brigada científica para tomar algunas fotos del animal y recabar algún otro detalle.
