Hélène Fontoira: "Es duro estar lejos de tu familia"

La restauradora es la única gallega que trabaja en la Hispanic Society de Nueva York y por ello recibirá este año uno de los premios Amigos de Pontevedra y aprovechará sus vacaciones de agosto en la ciudad, que dice que no perdona jamás, para recogerlo. "Para mí este galardón significa muchísimo como pontevedresa"
Hélène Fontoira
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No falta jamás a su cita con Pontevedra en agosto. Porque Hélène Fontoira (Pontevedra, 1971) dice que aprovecha siempre estas fechas para cargar pilas y para hacer balance del último año. Restauradora en la Hispanic Society of America, institución galardonada este año con el Premio Princesa de Asturias de la Cooperación, Fontoira vuelve a la ciudad en la que empezó a formarse: pertenece a la primera promoción de la Escola de Restauración. "Entre otras cosas, tengo que ir a los toros con mi padre. Ahí, en esa plaza de toros, es donde hago el balance de mi año de trabajo. Siempre".

Pues este año va a ser un balance increíble.

Este año ha sido muy especial, es cierto.

Al premio Princesa de Asturias de la Cooperación que ha recibido la institución en la que trabaja, hay que sumar el que le ha concedido a usted Amigos de Pontevedra.

A mí me hace especial ilusión el segundo. Porque llevo 20 años fuera de Pontevedra y, ahora mismo, me colma de felicidad y de emoción que se acuerden de mí. Es duro estar lejos, lejos de tu familia, lejos de tu tierra... y, a veces, temes que la gente te acabe olvidando y que ya no recuerden quién es Hélène Fontoira. Por eso para mí esto significa muchísimo como pontevedresa.

"En la plaza de toros es donde hago mi balance anual y en la ría de Pontevedra, donde cojo la energía para todo el año"

¿Viajará también a recoger el Princesa de Asturias?

Bueno, eso va a ser más complicado porque el número de personas que vendrá será limitado y evidentemente en primer lugar asistirán el director y el presidente del patronato. Sí que tengo que volver el 11 de septiembre a Madrid, porque es cuando se clausura la exposición que tenemos ahora mismo en el Museo del Prado. Volveré en ese momento para recoger la muestra, llevármela para Nueva York y prepararla para la itinerancia que realizará por Estados Unidos, en la que estamos trabajando ahora mismo.

¿Qué cree que ha reconocido en usted Amigos de Pontevedra?

La importancia de tener a una pontevedresa trabajando en la Hispanic Society y la importancia de que sea una mujer que ha formado parte de la primera promoción de la Escola de Restauración. E incluso el hecho de que me haya sacado un máster por la Universidade de Vigo hace poquito. Porque sigo preparándome y formándome con la intención de progresar. Después creo que también se ha tenido en cuenta mi curriculum: que haya trabajado en el Metropolitan Museum, por ejemplo. La Hispanic Society es una casa cultural, que quiere dar cabida a todo lo hispano, sea español o latinoamericano. Es como una institución-museo muy especial. Para mí es un orgullo trabajar allí.

¿Qué le parecen los otros premiados por Amigos de Pontevedra?

Lo que me gusta de los premios de este año es que mayoritariamente se ha reconocido a gente joven. Estoy muy contenta con eso. A mi padre le dieron este premio hace alrededor de una década y ya he bromeado con él al respecto: "Papá, a ti te lo dieron a los 60 y a mí a los 46, te voy ganando". Es fantástico que se apoye a la gente joven, que no tengas que estar al final de tu carrera o estar jubilado para que te den un reconocimiento. Este tipo de premios nos ayuda incluso anímicamente a trabajar más duro, a prepararnos mejor, a querer llegar más lejos.

¿Cuando está en Nueva York y se acuerda de Pontevedra, cuál es la primera imagen que viene a su mente?

La de la ría. Ahí es donde cojo yo la energía para todo el año. También mi familia, por supuesto. ¡Y el cocido! Que es mi comida favorita.

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