La empresa Ibérica de Esponjas Vegetales, radicada en la finca A Touza (Caldas) alquiló seis hectáreas de terreno a la comunidad de montes de Saiar para acometer la plantación de luffas, una planta similar al pepino del que se extrae una fibra vegetal con la que se elaboran esponjas y productos cosméticos. En estos momentos se están instalando las estructuras y colocando un sistema de riego automático.
Así lo explicaron Juan Carlos Mascato y Noelia Torrente, los responsables de esta firma de emprendedores, durante la visita que realizaron a A Touza el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, y el delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís.
Conde destacó el potencial innovador en los sectores industrial y cosmético de la empresa, que fabrica esponjas de gran ligereza y resistencia y trabaja para sustituir el uso de fibras sintéticas por las naturales.
En el centro se desarrollan las labores de investigación e innovación, aparte de las seis hectáreas donde se cultivan las luffas.
El conselleiro subrayó que el trabajo de esta empresa responde a los valores de la Estratexia de Especialización Intelixente (RIS3), que persigue «unha auténtica transformación de Galicia nos próximos sete anos» mediante la movilización de 1.600 millones de euros en innovación.
Precisamente, uno de los tres retos de la RIS3 se centra en el aprovechamiento de los recursos naturales, incidiendo en el agro. Y así lo está haciendo Ibérica de Esponjas Vegetales, resaltó Conde, a través del emprendimiento y la innovación.
Talento gallego
En el primero de estos ámbitos, el conselleiro destacó que la firma caldense «é un exemplo do talento galego», que apuesta por el conocimiento para crear «un produto capaz de competir a nivel global», lo que fue reconocido recientemente con el Premio ao Emprendedor Xoven do Ano por parte de AJE Pontevedra. Destacó también que, en el ámbito de la innovación, no solo cultiva un producto prácticamente inexistente en Europa, sino que ofrece un ejemplo de viabilidad empresarial en el rural gracias a los tres años de investigación para dar con la esponja que tenga la mejor fibra mediante cruces genéticos, lo que permitió lograr un producto galego superior al de la competencia.
Esta capacidad está permitiendo que la firma de Mascato y Torrente capte el interés de países como Austria, Alemania y los Emiratos Árabes. La Xunta apoya este proyecto a través del programa ReAcciona del Igape, que permite a la empresa contar con un becario especializado.
