Imputados once exdirectivos de Adif por un posible delito contra la seguridad colectiva

Once exdirectivos de Adif que podrían haber incurrido en un delito contra la seguridad colectiva han sido hoy imputados por el magistrado Luis Aláez, el titular del juzgado de instrucción número tres de Santiago que investiga el accidente del tren Alvia registrado el 24 de julio de 2013.

Estos cargos, que podrían ser además hipotéticos partícipes en los delitos de homicidio y lesiones, son personal de la antigua dirección, la que estaba cuando se abrió la línea entre Ourense y Santiago.

Así, entre los imputados se encuentra el que fuera presidente de Adif, Antonio González Marín, el entonces director de seguridad en la Circulación, Andrés Cortabitarte, y nueve miembros del consejo de administración.

El juez, que ha estado recibiendo en las últimas fechas informes periciales que inciden en que no había suficientes medidas de seguridad en la curva de A Grandeira, donde se produjo la tragedia ferroviaria, ya había imputado en su día a directivos de esta compañía pública.

Una imputación que levantó el órgano de apelación y que supuso que la instrucción judicial retornase al punto en el que se encontraba a los cuatro días del accidente, con el conductor, -que no redujo la velocidad del convoy-, acusado de homicidio imprudente.

No obstante, no quedó cerrada la puerta a que se siguiese investigando para comprobar si en ese tramo situado a la altura del barrio compostelano de Angrois, con una reducción drástica de velocidad de 200 a 80 kilómetros por hora, se necesitaban medidas adicionales de seguridad y así quedaba determinado por consenso técnico, puesto que en caso contrario tal apreciación sería "prematura y carente de base suficiente".

El juez instructor Luis Aláez, que apura esta investigación puesto que en breve ocupará su nueva plaza en el juzgado de lo penal número uno de Compostela, ha seguido desde un inicio una línea de investigación que apuntaba a una causa múltiple y no únicamente al despiste de una persona que relevó a otro compañero en Ourense, el maquinista imputado Francisco José Garzón Amo, y perdió el control tras atender una llamada del interventor de a bordo, Antonio Martín Marugán.

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