El interventor del tren nunca escuchó que la curva de Angrois fuera peligrosa

Antonio Martín Marugán, interventor del Alvia. LAVANDEIRA JR
photo_camera Antonio Martín Marugán, interventor del Alvia. LAVANDEIRA JR

El interventor del tren Alvia que se accidentó en Santiago en julio de 2013, Antonio Martín Marugán, ha asegurado que nunca antes del siniestro tuvo conocimiento o escuchó de algún compañero que la curva de Angrois fuera "peligrosa", y para él tanto el tren como la línea eran seguros.

En su comparecencia ante la Comisión de Investigación del Congreso que analiza las causas del siniestro y en la que hoy también ha comparecido el maquinista, Martín ha confirmado que instantes antes del accidente realizó una llamada telefónica al conductor del convoy para hacerle una consulta técnica sobre una próxima parada en la localidad de Pontedeume.

Conversación que, según el conductor, le distrajo de la conducción y provocó que entrara en la curva con una velocidad excesiva.

Según el interventor, esa llamada, de apenas minuto y medio de duración, era habitual y para ello se utilizaba un teléfono corporativo que le proporcionaba la empresa.

El trabajador, ya jubilado y que no ha vuelto a prestar servicio en Renfe, ha asegurado que tiene conocimiento de que la compañía ha recomendado a su personal limitar este tipo de llamadas con los maquinistas a las estrictamente imprescindibles.

No obstante, y sobre si el lugar del trayecto en el que decidió marcar el número del maquinista, en un tramo en el que hay que reducir drásticamente la velocidad, pudo influir en el accidente, ha afirmado que él desconocía el punto concreto de la línea en el que se encontraba y que hizo la llamada porque en ese momento estaba libre y necesitaba hacer esa consulta.

"Nunca escuché nada de la peligrosidad de esa curva de Angrois", ha insistido el interventor, que tampoco había escuchado antes que a ese modelo de tren se le hubiera apodado "Frankenstein" por su doble tracción, eléctrica y diésel.

Pese a ello, ha admitido que probablemente si esa curva hubiera estado "en otra circunstancia" o estuviera instalado otro sistema de seguridad, el accidente se podría haber evitado, aunque reconoce que no lo puede saber a ciencia cierta.

Y es que ha insistido en que, como intervenir, él no tocaba las cuestiones técnicas o de conducción del tren, solo se dedicaba a la atención a los viajeros y al servicio comercial. 

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