Japón eleva la gravedad al nivel 5 mientras sigue echando agua en Fukushima

Pese a los trabajos para enfriar los reactores de la planta de Fukushima, la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón elevó la gravedad del accidente de la central desde el nivel 4 hasta el 5 en una escala internacional que tiene en el 7 su valor máximo. Aunque las autoridades anunciaron que la radiación había bajado ligeramente, la nueva alerta de riego asciende ya la categoría de "consecuencias de mayor alcance", frente al nivel 4 que se remitía a "consecuencias de alcance local". El nivel más alto de la escala solo se estableció una vez, tras el incidente de Chernóbil en 1986.

Uno de los motivos por los que se ha adoptado esta decisión es el fracaso de los intentos por enfriar los reactores con problemas de la planta. Por segundo día consecutivo, varios camiones cisterna arrojaron agua sobre los depósitos de combustible, especialmente en el del reactor 3, que contiene plutonio. Otro de los intentos desesperados por evitar el sobrecalentamiento en las instalaciones es el de restablecer el cableado para reactivar el suministro de energía eléctrica para ayudar al sistema de refrigeración.

En total, unas 64 toneladas de agua fueron lanzadas el jueves en el reactor 3 desde helicópteros militares y camiones. El objetivo es que el viernes se rocíe con otras 50 toneladas de líquido, operación en la cual trabajan unos siete camiones y más de un centenar de bomberos.

Los vehículos se acercan por turnos al reactor en intervalos de cinco a diez minutos y lo rocían con agua durante varios segundos, antes de alejarse de nuevo para dar paso a la siguiente ronda y evitar una sobreexposición a la radiación. Según anunció la televisión pública NHK, de la planta 3 salen varias columnas de humo blanco como consecuencia de los trabajos.

Aunque las operaciones del jueves lograron introducir líquido en la piscina, los responsables de la central consideran que el nivel todavía es demasiado bajo y existe la posibilidad de que suba la temperatura. En cualquier caso, la agencia nuclear japonesa aseguró que el nivel de radiación había bajado ligeramente. Así, las últimas mediciones de radiactividad tomadas a un kilómetro al oeste del reactor número 2 apuntan a que los niveles se han reducido desde primera hora del viernes.

La OIEA supervisa en Japón
Mientras tanto, el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Yukiya Amano, llegó al país nipón para reunirse con las autoridades. Su objetivo es seguir de cerca la crisis de Fukushima y pedir más información sobre la situación. De momento, el primer ministro nipón, Naoto Kan, ya se ha comprometido a divulgar más datos a la comunidad internacional.

El terremoto de hace una semana causó importantes daños en la central, situada al noreste del país, y en la que se suceden desde entonces explosiones en sus reactores. De hecho, en las últimas horas, el número 2 podría haber vivido una nueva deflagración, ya que varias columnas de humo han salido de su interior. La amenaza por la fuga de radioactividad ha llevado al Gobierno nipón a establecer una zona de exclusión en un radio de 30 kilómetros alrededor de la planta. Otros países como Estados Unidos o España han elevado este perímetro de seguridad a los 80 y 120 kilómetros, respectivamente.

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