Solla: "La cocina es tan importante como la forma de atender al público"

El fundador del prestigioso restaurante Casa Solla recibirá el próximo sábado, día 21, el homenaje de la Peña da Boina por su exitosa trayectoria profesional
José González Solla
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La Peña da Boina celebrará el próximo sábado, día 21, en el Liceo Casino, su tradicional ‘xuntanza’ anual, en la que dedicará su Homenaxe de Honra e Louvanza a José González Solla, el fundador del prestigioso restaurante Casa Solla de Poio. "Este reconocimiento viene a refrendar que Pontevedra mira hacia mí. Aunque nací en Poio, donde también desarrollé mi labor profesional durante muchísimos años al lado de mi mujer, Amelia, valoro muy positivamente todo lo que proceda de Pontevedra, que es una ciudad encantadora", subraya el galardonado que, a sus 88 años, conserva una vitalidad envidiable. 

Solla explica que él ya tenía algo en común con la Peña da Boina antes de que este colectivo decidiese condederle el premio. "Uso esa prenda desde hace muchísimos años, lo que pasa es que la llevo en el coche y solo me la pongo cuando veo que hay necesidad de ella. Ahora, con este homenaje, con más razón tendré que usarla más veces". 

El fundador de Casa Solla recuerda que ya lleva apartado de los fogones "desde hace unos 14 años", cuando se jubiló. "Desde unos años antes mi hijo Pepe ya hacía sus pinitos en el restaurante y fuera de él, viendo lo que se cocía en el resto de España", comenta respecto a su relevo en el negocio. 

"Tenía en la carta el lenguado especial Solla,cuando no se hacía en Galicia, y empleábamos una Salsa Menier con unos toques nuestros. De postre teníamos el sufflé. Era la evolución"

Respecto a cómo ha sido la evolución del restaurante, José González Solla recuerda que "cuando mi mujer y yo estábamos en la cocina ya teníamos dos platos que eran más afrancesados que propios de Galicia, pero lo fundamental es respetar el producto de calidad que tenemos en esta tierra. En concreto, tenía en la carta el lenguado especial Solla, que fileteábamos cuando no se hacía en Galicia, y empleábamos una Salsa Menier con unos toques nuestros. De postre teníamos el sufflé. Era la evolución". 

"Con mi hijo –añade– la cocina de Casa Solla evolucionó tanto que hubo un momento en que el público no reaccionó bien con los platos innovadores, pero él se empeñó en que iba a triunfar, y lo consiguió". 

El galardonado en el encuentro anual de la Peña da Boina entiende que "es bueno que en una región como Galicia haya variedad, con una clase de cocina más innovadora". Precisa que "algunos restaurantes de cocina más tradicional presentan los platos de otra manera, combinando mejor las guarniciones. La cocina de vanguardia, como la que hace mi hijo –apostilla–, sigue mirando, y cada vez más, a la cocina tradicional. Cocineros como él no buscan fuera de Galicia sino que mejoran los platos de nuestra cocina tradicional". 

"Cuando nos concedieron la estrella Michelin no le di la importancia que tenía, ya que éramos de los primeros en tenerla"

José González Solla se muestra "muy orgulloso" con la trayectoria profesional de su hijo. "Aparte de ser un innovador es una persona muy humana que ha sabido rodearde de buenos equipos de profesionales. Porque, por muy importante que sea la persona que está al frente de una cocina, sin un buen equipo no podría conseguir nada, y él siempre ha tenido una mano izquierda muy buena para lograrlo". 

El fundador de Casa Solla asegura que es más difícil mantener la estrella Michelin que conseguirla. "Como todo en la vida, se sube por haber sabido aprovechar la coyuntura, pero lo difícil es mantenerse. Lo bueno del restaurante Casa Solla es que pasaron 55 años desde su apertura y sigue siendo un restaurante puntero". 

En este sentido, recuerda que "cuando nos concedieron la estrella Michelin no le di la importancia que tenía, ya que éramos de los primeros en tenerla. Inauguramos el restaurante en 1961 y en 1963 la guía Michelin ya hacia una mención especial a Casa Solla. Conservamos la estrella desde 1980, que no peligra poniendo calidad y servicio. Nunca me emborracharon los comentarios satisfactorios y las estrellas. Sabía que mi deber era mantener los pies en el suelo, cuidando el servicio. Aunque la cocina es muy importante, también lo es la manera de llevar los platos a la sala y la forma de tratar y atender al público".

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