La accesibilidad en los edificios municipales, una asignatura pendiente

El único museo marinense, el Manuel Torres, podría disponer de un ascensor pero otras dependencias, como el Concello, tienen limitadas posibilidades de adaptarse a las ruedas
La planta de arriba del Concello solo es accesible por escaleras
photo_camera La planta de arriba del Concello solo es accesible por escaleras

La escalinata del edificio del Concello, la cuesta que lleva hasta la Finca de Briz, las escaleras del Museo Manuel Torres... La villa marinense no está hecha ni para las ruedas, ni para los achaques de huesos o músculos. La accesibilidad en los edificios municipales es una asignatura pendiente para el Gobierno local, que, si bien está dando pasos para solucionar el problema en algunos espacios, reconoce que en otros es una tarea más que compleja.

Ahora mismo, el único proyecto a la vista a este respecto es la instalación de un ascensor en el Museo Manuel Torres, únicas intalaciones museísticas de Marín. Se trata de una demanda histórica, pues, en muchas ocasiones, el público que acude a los actos organizados en el complejo museístico es de edad avanzada y ve las escaleras como un obstáculo insalvable. Las muletas y las sillas de ruedas no son ni siquiera bienvenidas.

Según adelantó la alcaldesa, María Ramallo, las gestiones están bastante avanzadas. De hecho, la intervención ya cuenta con el informe favorable de Patrimonio, uno de los trámites más farragosos de la burocracia gallega.

"Solamente nos falta trasladar el escrito a la comunidad de vecinos para que, cuando tengamos su visto bueno, podamos licitar el proyecto e iniciar las obras", detalla la regidora.

El futuro no es ni por asomo tan optimista para el edificio del Concello, sito en la Avenida de Ourense. La primera planta tiene buenos accesos, con rampas a ambos lados de la puerta principal. El problema llega cuando, una vez dentro, la persona que tiene alguna limitación para subir escaleras se encuentra con una enorme y sin alternativa para llegar al primer piso.

Ramallo reconoce que aquí "la accesibilidad es mínima", pero explica que poco o nada pueden hacer "porque se trata de edificios protegidos y muy antiguos".

LA CASA DEL PUEBLO. En el caso del Concello, "todo dependería de Patrimonio", entidad adscrita a la Xunta, y la alcaldesa cree que tendrían pocas posibilidades de conseguir el permiso, "porque si hiciéramos un ascensor externo, habría que obrar sobre alguna fachada, e internamente supondría, seguramente, suprimir alguna de las estancias".

Como saben que la solución no pasa por ahí, van a lo sencillo. "Bajamos siempre a atender a la gente", comenta Ramallo, "incluso hay bodas que las hacemos en el hall en vez de en el salón de Plenos por esa razón".

Otro de los inmuebles municipales cuya ubicación se cuestiona por esta razón es el de la Finca de Briz, que alberga Servizos Sociais. La empinada cuesta que sirve de acceso a la zona verde complica mucho la llegada, especialmente a las personas de edad avanzada que acuden al inmueble para realizar algún tipo de gestión, que son la mayoría. Una vez allí, hay ascensor, pero llegar resulta costoso. Por ello, el Concello está intentando hacerse con el edificio de Aduanas, donde ubicaría este departamento.

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