La actuación del Intecmar enfrenta a Pesca con bateeiros y mariscadores

POIO. La actuación del Instituto Tecnolóxico do Mar (Intecmar) en la crisis abierta a raíz de la entrada de toxina lipofílica en las rías es el origen de un enfrentamiento entre los afectados, bateeiros y mariscadores, y la Consellería do Medio Rural e do Mar.

«Pasou toda a vida», dijo ayer la conselleira, Rosa Quintana, refiriéndose a la marea roja, y agregó que «tal vez agora» estos episodios tengan una mayor difusión.

Rechazó que se hayan recortado los medios que recibe el Intecmar y resaltó la «entrega» y el «inmenso traballo» que realizan los profesionales que trabajan en el centro situado en Vilaxoán (Vilagarcía).

«Estamos traballando coa máxima axilidade posible», dijo antes de puntualizar que los análisis que realizan para controlar la calidad de las aguas son los de referencia y punteros en la Unión Europea.

«Estamos traballando con normalidade, acelerando os procesos cando se poder abrir sempre que o produto cumpra uns controis moi estritos», expuso durante una visita a Cambados, respaldando una valoración realizada el jueves por la directora del Intecmar, Covadonga Salgado.

Quintana expuso que el rigor en el seguimiento evitó que el producto llegase al consumidor, evitando una alerta sanitaria que hubiese sido de consecuencias muy graves para el sector.

Respecto a la pérdidas sufridas por los bateeiros, sostuvo que es un riesgo con el que tienen que convivir y recordó que también en el invierno de 2012 tuvieron que regresar varios camiones cargados de molusco cuando transportaban sus cargas a Francia e Italia.

¿Por qué la Organización de Produtores de Mexillón (Opmega) supo que entraba toxina antes? Esta pregunta se plantean quienes mantienen una posición enfrentada a la de Quintana. Y también la responden: porque dispone de un laboratorio para más fiable que el del Intecmar.

Julián García, un bateeiro de A Illa, lamenta que Pesca presuma de un centro cuyo mantenimiento supone una fuerte inversión y su efectividad es dudosa.

También cuestiona el cierre cautelar de tres polígonos en Arousa y la orden de su apertura el jueves 10, a última hora de la tarde, porque los mejilloneros que extrajeron molusco tuvieron que devolverlo tres días después, con el consiguiente quebranto económico que supone el gasto de combustible, la pérdida de tiempo y la mortandad que se produce al realizar esta maniobra.

Ayer fue cerrado el banco de O Bohído, en al ría de Arousa, cuando los mariscadores ya estaban faenando.

«Iso é como se quixeran acabar cos accidentes de tráfico pechando todas as estradas», dijo García.

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