La ausencia de testigos dificulta la investigación del crimen de Chancelas

POIO. La falta de testigos está jugando un papel negativo en la investigación que está llevando a cabo la Guardia Civil para esclarecer el crimen sucedido en la noche del pasado domingo en Chancelas, en el que resultó muerto Secundino Prego Amil, un anciano de 84 años de edad.

La Unidad de Policía Judicial ha tomado declaración a varias personas del entorno de la víctima, entre las que se encuentran algunos vecinos, así como las dos mujeres que se hallaban dentro de la casa del octogenario cuando esta fue atracada.

Estas (algunas fuentes han explicados que se trataba de una cuidadora y otra mujer) se encerraron en una habitación cuando se dieron cuenta de que la vivienda esta siendo asaltada. Desde dentro de la estancia señalaron que estaban llamando a la Guardia Civil y comenzaron a gritar, por lo que los ladrones salieron huyendo. A continuación, estas escucharon una fuerte discusión fuera del domicilio y, al mirar por la ventana, vieron a dos individuos encapuchados salir en un coche en dirección a Sanxenxo. Sin embargo, no alcanzaron a verles el rostro.

Se sabe también que Secundino Prego llegaba a casa justo cuando los atracadores huían y fue en ese momento cuando estos lo mataron utilizando una piedra y el bastón del propio anciano, según ha trascendido de la investigación.

Secreto de sumario

Por todo ello, el hecho de que nadie viese a los presuntos autores del delito está dificultando el avance de la investigación, que continúa bajo secreto de sumario. El funeral de Secundino Prego Amil tuvo lugar hoy. Decenas de personas acudieron a la iglesia de San Bernardo de Combarro para darle su último adiós. El cuerpo fue inhumado en el cementerio de Vilariño, en Cambados.

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