Primeras medidas: Instalación de una boya auxiliar

La Autoridad Portuaria construirá un faro para sustituir al de Picamillo

La antigua estructura, ubicada a una milla de distancia de Major, se vino abajo en febrero tras el paso de la ciclogénesis explosiva Kurt
El antiguo faro no pudo resistir el empuje de las olas, que superaron los ocho metros de altura
photo_camera El antiguo faro no pudo resistir el empuje de las olas, que superaron los ocho metros de altura

El antiguo Faro Picamillo, "devorado" por la ciclogénesis explosiva Kurt hace más de nueve meses, tendrá sustituto. La Autoridad Portuaria está trabajando en la tramitación previa para construir una nueva infraestructura, a priori, en el mismo emplazamiento, a poco más de una milla de distancia de la fachada costera de Major, en la parroquia de Noalla, y a unas tres de la Illa de Ons.

Fuentes consultadas por este periódico corroboraron que ya se han iniciado las gestiones burocráticas pertinentes y que, si no se produce ningún contratiempo, se sacará la obra a concurso. Lo que todavía no han trascendido son los plazos que maneja la entidad titular de la infraestructura, ni el presupuesto que se invertirá en esta actuación.

La desaparición del Faro Picamillo, cuya instalación databa de la década de los años 30 del pasado siglo, causó una gran conmoción en la villa de Sanxenxo. No en vano, además de prestar servicio a numersas embarcaciones que navegan habitualmente por la entrada de la ría, era un elemento habitual del paisaje del entorno. A pesar de las revisiones periódicas que los técnicos llevaban a cabo de estas instalaciones, el viejo faro no pudo resistir el embite de las fuertes rachas de viento provocadas por el huracán Kurt, que a principios de febrero de este mismo año causó cuantiosos daños materiales en diferentes municipios de la provincia de Pontevedra.

Tal y como se puede apreciar en las fotografías que tomaron varios vecinos minutos antes de que Picamillo se viniese abajo, las olas superaban la altura del faro (ocho metros).

BATIMETRÍA. Una de las claves a la hora de poder sacar adelante este proyecto fueron los informes positivos emitidos a raíz de un estudio que una empresa especializada llevó a cabo, poco días después del suceso, en la "zona cero". Los técnicos realizaron una batimetría para determinar las causas del derrumbamiento y analizar qué actuaciones se podrían llevar a cabo a posteri, de cara a sustituir la vetusta infraestructura.

El Faro Picamillo se ubicaba en una de las entradas principales a la ría de Pontevedra, de ahí que sirviese como referencia a un gran número de embarcaciones. El hecho de que se emplazase en un punto "de rompiente total", tal y como lo definió la propia Autoridad Portuaria días después de que el temporal lo echase a abajo, fue un atenuante a la hora de provocar que el mar se lo "tragase" definitivamente.

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