La casa de Caritel ya puede acoger a los caldelanos más necesitados

Agustín Hernández, a la izquierda, con el alcalde de Ponte Caldelas, tras firmar el acuerdo (Foto: DP)
photo_camera Agustín Hernández, a la izquierda, con el alcalde de Ponte Caldelas, tras firmar el acuerdo (Foto: DP)

PONTE CALDELAS. El alcalde de Ponte Caldelas, Perfecto Rodríguez, puso ayer punto y final a uno de los conflictos más polémicos de los vividos en los últimos años e inició, de paso, la andadura de una nueva prestación social en el municipio. Lo hizo gracias a la firma de un convenio con la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras por el que el Concello dispondrá de la casa de los realojos de Caritel.

El regidor, reunido ayer con el conselleiro, Agustín Hernández, rubricó el documento definitivo que concede a Ponte Caldelas la titularidad de la casa, que alberga dos viviendas independientes, y sus instalaciones anexas y que había sido comprada originalmente por el Concello de Poio para realojar a dos familias de O Vao.

Aquella decisión resultó ser ilegal y tras la denuncia del Concello en los tribunales quedó claro que cada Gobierno municipal puede ofrecer servicios (como es el apoyo a las familias que estén en riesgo de chabolismo) solo dentro de su dominio territorial. Como consecuencia de la sentencia, y tras largas negociaciones, el Concello de Poio tuvo que desalojar a las familias que habían accedido al alquiler social, y con eso se ponía fin a la oleada de descontento vecinal generada por los realojos.

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