La '‘circunvalación'’ no es lugar para peatones

La ausencia de aceras y la escasez de pasos de cebra en el tramo de la PO-308 que une la rotonda de Arnelas y el barrio de Baltar obliga a los peatones a caminar por la calzada y a cruzar el vial por zonas no habilitadas para viandantes
Numerosos transeúntes atraviesan la calzada por zonas no habilitadas
photo_camera Numerosos transeúntes atraviesan la calzada por zonas no habilitadas

El tramo de la carretera PO-308 que une la rotonda de Arnelas con el barrio de Baltar, conocido como ‘circunvalación’, no tiene en cuenta a los peatones. Así lo demuestran los más de 600 metros que separan a dos de los tres únicos pasos de cebras que se pueden encontrar en la zona, a lo que también hay que añadir la ausencia de aceras. Este déficit ha sido denunciado en más de una ocasión por los colectivos vecinales de Adina y Portonovo, que exigen a las administraciones que tomen cartas en el asunto.

Ambas asociaciones coinciden al señalar que «camiñar por esa estrada é un perigo». La situación se agrava especialmente durante el verano. Además del aumento exponencial del tráfico, también se reduce el espacio en las cunetas, ya que son muchos los conductores que optan por estacionar sus vehículos a ambos lados de la circunvalación, lo que limita el margen de maniobra a los viandantes. «Aos peóns non lles queda máis remedio que camiñar pola rúa. É algo moi perigoso», apuntan desde el colectivo vecinal San Miguel de Adina, que ya durante el anterior mandato exigió al Gobierno local que diese un paso adelante para tratar de poner punto y final a este problema.

La ausencia de pasos de cebra obliga a los viandantes a atravesar la calzada por zonas no habilitadas, con el consiguiente riesgo. «No es de recibo que en un tramo en el que hay varios establecimientos hoteleros, una discoteca, viviendas y una estación de autobuses apenas existan pasos de cebra», comenta un joven de Madrid mientras pasea con su hijo pequeño. Su opinión coincide con la de una vecina de Portonovo, que, además de recordar que los residentes en la villa marinera se ven obligados a caminar durante varios kilómetros para llegar a la estación de autobuses, asegura que «a veces para poder cruzar la calle tienes que esperar más de diez minutos. Cuando hay mucho tráfico los coches van más despacio, pero aún así es peligroso».

REUNIÓN. La Administración municipal no es ajena a esta situación. Y es que no hay que olvidar que, durante su etapa en la oposición, Sanxenxo Agrupación Liberal (SAL) se hizo eco del estado actual del tramo de la PO-308. El alcalde y líder de la agrupación independiente, Gonzalo Pita, trasladó estas demandas al jefe territorial de la Xunta de Galicia en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, en una reunión celebrada recientemente en la capital de provincia. El regidor local, asimismo, confirmó que también solicitó mantener un encuentro con la conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Ethel Vázquez, para plantear la posibilidad de urbanizar el tramo.

Otra de las actuaciones que el Gobierno municipal considera prioritaria es la reforma de la calle Progreso, una de las más transitadas del casco urbano de la villa. Mejorar el aspecto actual del asfalto y ampliar las aceras son algunas de las demandas expresadas en varias ocasiones por vecinos de la zona.

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