Los vecinos de Pontevedra y del resto de municipios de la comarca se sorprendieron ante las elevadas temperaturas que persistieron durante la tarde y la madrugada, creando un ambiente muy diferente al de las jornadas precedentes. Son los primeros efectos del paso (a más de cien millas de distancia de la costa gallega, eso sí) del huracán Ophelia, la décima perturbación tropical de la temporada que ascendía a categoría 3 según la escala de Saffir-Simpson, la vara de medir empleada por los expertos en el seguimiento de estos fenómenos meteorológicos con base en Miami. Ophelia (un huracán atípico por su dirección hacia el Este en lugar de hacia el Oeste) desató rachas de viento superiores a los 200 kilómetros hora en las cercanías de las islas Azores, y emprendió una veloz marcha en dirección Noroeste. Las previsiones apuntan a que el huracán vuelva a la categoría 2 (vientos de hasta 180 kilómetros hora) y que esa sea su potencia en el momento en el que se aproxime más a las costas atlánticas gallegas. La ría de Pontevedra fue una balsa de aceite, como en las películas: la calma que precede a la tempestad. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y el servicio de predicción de MeteoGalicia emitieron sendos avisos ante el posible riesgo que entrañará la aproximación del vendaval, cuya cola se dejará sentir en la Boa Vila.
Los primeros en estar "en alerta y preparados" son los efectivos del Parque Municipal de Bomberos de Pontevedra, que, de forma coordinada con la Policía Local, son los primeros en dar respuesta a las eventualidades que se puedan producir. Las horas críticas señaladas por los efectivos de emergencia municipales (que recibieron notificaciones internas emitidas por la Jefatura para estar prevenidos) comenzarán en torno a las 22.00 horas. MeteoGalicia espera que las rachas de viento rocen los 100 kilómetros hora en zonas costeras entre las doce de la noche y las tres de la madrugada. La Aemet advierte de una situación de mar montañosa o incluso enorme en altamar, y prevé oleaje de unos seis metros en las Rías Baixas.
Fuentes de los Bomberos de Pontevedra explicaron a este periódico que "ya tenemos a mano todos los elementos necesarios para la actuación y la coordinación con otros servicios operativos "para cooperar si se manifiesta Ophelia". El Concello de Pontevedra dio las directrices oportunas para que todas las unidades, y no solo las que se hallen de guardia, estén preparadas por si es necesaria su intervención durante la tarde, la noche o la madrugada.
Los vientos del Sur provocarán, además, que la jornada de hoy sea inusualmente cálida, con mercurios por encima de los 30 grados. La sensación que esperan los meteorólogos será de bochorno, convirtiendo por unas horas las Rías Baixas en un área de clima tropical. Conforme se vaya alejando Ophelia, el viento dará paso a las primeras borrascas del otoño, lo que hará que lleguen las ansiadas precipitaciones durante toda la semana.
