SANXENXO. Hoy no es un día cualquiera para los integrantes de la Oficina Municipal de Voluntariado. Los más de 20 vecinos que actualmente colaboran desinteresadamente con el Concello de Sanxenxo en la organización y puesta en marcha de diferentes actividades recibirán esta tarde, a partir de las 20.00 horas, un caluroso homenaje por parte de la Administración local. La cita será en el auditorio del Pazo Emilia Pardo Bazán y contará con actuaciones musicales, exhibiciones de gimnasia rítmica y muchas más sorpresas.
El evento servirá para reconocer la labor de los miembros de este departamento, que está dirigido por María José Pérez Cacabelos. Desde su llegada al cargo, hace ya tres años, la Oficina de Voluntariado ha ido cobrando cada vez más protagonismo en la sociedad local, lo que ha servido para garantizar la celebración de todo tipo de actividades a lo largo del año. La Concellería de Benestar Social e Igualdade decidió incluir este entre sus servicios hace más de una década. Desde entonces, el número de vecinos interesados en tomar parte en el mismo no ha dejado de crecer. Los voluntarios hacen posible que programas como ‘Paifillonai’, el Taller de Memoria Municipal o diferentes obradoiros y cursos de carácter lúdico sean una realidad.
La filosofía del departamento es que todo el mundo está capacitado para echar una mano. Solo se necesitan ganas de trabajar y de aportar nuevas ideas. María José Pérez hace especial hincapié en este último aspecto. «A todos los que se presentan como voluntarios por primera vez les digo que cualquier detalle que puedan aportar es muy importante», señala. Los resultados saltan a la vista. Uno de los últimos ‘fichajes’ de la Oficina de Voluntariado propuso dar vida a un taller de nuevas tecnologías para personas mayores, una actividad que está teniendo mucho éxito en lo que a participación se refiere.
Entre los miembros del departamento se puede encontrar a jóvenes estudiantes, profesores jubilados, gente que se encuentra en el paro… Incluso se animan a colaborar vecinos de otros municipios como Meaño o Cambados. Lo que más llama la atención es la diferencia de edad (entre 16 y 75 años). «Los horarios los determinan ellos. A fin de cuentas, se trata de su tiempo libre. En cierto modo, nos lo están regalando», explica Pérez Cacabelos.
Son muchos los voluntarios que repiten experiencia año tras año. Tal y como señala la responsable del departamento municipal, «hay gente que en algún momento se ve obligada a dejarnos por razones familiares o laborales, pero siempre que pueden vuelven. Eso demuestra que están contentos con el trabajo que se realiza», apunta. Además, las campañas de captación de nuevos integrantes también funcionan.
