La conciliación, asunto de todos

ANTES DE llegar a su puesto de trabajo Carmen ya ha puesto una lavadora, ha preparado meriendas y ha dejado a los niños en el cole.

La conciliación no solo es la llave maestra para la igualdad sino que es, además, una respuesta indispensable a las necesidades sociales y económicas de nuestras sociedades.

El trabajo, los horarios laborales, condicionan y determinan nuestra vida, -la de los hombres y la nuestra- pero es innegable que la mayoría de las tareas llamadas domésticas, esas labores no remuneradas y silenciosas recaen mayoritariamente sobre las mujeres. Tanto es así que, según los estudios de la Unión Europea contabilizando el trabajo remunerado y el que no lo es, la mujer trabaja 65 horas a la semana contra 54 del hombre.

La Subcomisión para el Estudio de la Racionalización de Horarios, la Conciliación de la Vida Personal, Familiar y Laboral y la Corresponsabilidad ha tardado casi un año en elaborar el informe que recomienda una serie de medidas encaminadas a adaptar los horarios laborales a la conciliación familiar y la elaboración de una nueva ley de conciliación. Un total de 22 diputados de todas las formaciones políticas han estado presentes en estos trabajos, lo que supone un texto consensuado. De hecho el informe se ha aprobado sin ningún voto en contra, lo que abre la puerta a que esa futura nueva ley de conciliación pueda ser aprobada por el conjunto de la cámara.

Las recomendaciones de esta comisión, por la que han pasado decenas de expertos, concluye que necesitamos cambiar de huso horario. Sí, pero no solo eso. También recomienda una jornada intensiva de 9.00 a 17.00 y con un tiempo limitado para comer o la implantación del permiso parental igualitario e intransferible, es decir que el padre esté obligado a asumir el permiso y que no sea, como hasta ahora, una elección que en la práctica es asumida generalmente por las mujeres. Sería esta una manera de eliminar el estigma de la mujer en edad de procrear y que está presente en la mente de muchos empresarios a la hora de contratar a una trabajadora.

Es de esperar que este amplio informe que tiene el gran mérito de ser el resultado del consenso de las fuerzas políticas representadas en el congreso no se quede en una mera declaración de intenciones, sino que sirva como punto de partida para un verdadero cambio de mentalidades.

Más difícil es que el Gobierno, una vez aceptadas las propuestas, las dote de financiación. El propio informe reconoce que los temas de igualdad, la conciliación o la corresponsabilidad han quedado relegados a un segundo plano por la crisis. Cabe esperar que ahora que se percibe una cálida brisa de mejoría vuelvan a ocupar el lugar que se merecen.

La comisión recomienda pasar el permiso parental de 16 a 32 semanas y que sean igualitarios e instranferibles.

La racionalización del horario laboral acabaría con los tiempos muertos en la jornada laboral.

El cambio de huso horario mejoraría la vida familiar, el ocio y la conciliación pero también supondría una modificación de las costumbres.

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