VILABOA. «Viñemos por un puñado de ameixas e apañamos un puñado de nervios, e nada máis». La sentencia de una de las mariscadoras de la agrupación de Vilaboa, Pedra da Oliveira, resumen el sentimiento generalizado de frustración que se vivió ayer en la jornada de marisqueo en el tramo que va de San Adrián a Punta Rande.
Las disputas con la Confraría de San Martiño de Moaña por esta zona, catalogada como espacio de libre marisqueo por la Consellería de Pesca, se repitieron ayer por la mañana, después de que el martes, en Vigo, Pesca decidiese, ante el desacuerdo de las vilaboesas, que Moaña puede recoger bivalvos desde Punta Rande hasta San Adrián, obligando a las ‘locales’ a compartir todo el espacio de esta playa y no solo la mitad (hasta el ‘Forno de Cal’ en Punta Caleira), como defienden desde hace más de un año.
Una delegación de moañesas, encabezada por su máxima responsable y compuesta por 16 mujeres se presentó a las nueve de la mañana a faenar. Con idéntica puntualidad, las vilaboesas ocuparon su espacio. La jornada se desarrolló con normalidad por menos de una hora. En el momento en que las trabajadoras del municipio vecino trataron de pasar de la mitad del tramo, desde Punta Caleira hacia San Adrián, las de Vilaboa les pararon los pies.
«Non estamos dacordo co que se dixo onte na delegación da Xunta en Vigo, e non pensamos deixarlles que leven o produto. Dixémoslles que pararan e nós mesmas paramos, fixemos folga de brazos caídos, como mostra de descontento. Todas voltamos para a casa con menos do que nos corresponde, porque nin hai, nin queremos sacar ata que se solucione isto», explicó Elisa Poceiro, miembro de la directiva vilaboesa.
(Más información en nuestra edición impresa del jueves, 29 de septiembre)
