La Danza de Espadas vuelve a abarrotar las calles de Marín

La celebración, que escenifica la devoción a San Miguel, reúne cada vez a más gente en las calles y plazas de la villa ▶ Carlos Martínez recibe el título de presidente emérito del Padroado de Mareantes, mientras el conselleiro Román Rodríguez, Carmela Silva y José María Núñez Torrente se convierten en presidentes de honor de la entidad

El municipio marinense vivió este domingo una de las jornadas de celebración de la festividad de San Miguel más concurridas de los últimos años. El buen tiempo y el arraigo de la ancestral Danza de Espadas que se interpreta durante la procesión en honor al patrón de los marineros hicieron que vecinos y visitantes se decantasen por disfrutar de esta tradición que se remonta al siglo XVII.

El acto oficial del Padroado de Mareantes en el Concello reunió al conselleiro de Cultura e Educación, Román Rodríguez; a la presidenta de la Deputación, Carmela Silva; a la alcaldesa de Marín, María Ramallo, y al nuevo presidente de la entidad, Lois González Dopazo, que fueron los encargados de abrir la jornada.

Tras la toma de posesión de la nueva directiva, González Dopazo hizo un llamamiento a los vecinos para "apoiar e axudar" al Padroado en su labor de "conservar este legado histórico, para que se manteñan estas tradicións populares fondamente enraizadas, como unha herdanza viva de Marín e de toda a cultura galega".

A continuación, se procedió al nombramiento de Carlos Martínez Arias como presidente emérito de la entidad después de casi 18 años como responsable de esta, y de presidentes de honor a Román Rodríguez, Carmela Silva y el director de la Escuela Naval, José María Núñez Torrente. Asimismo, recibieron el título de cofrades de honor la concelleira de Cultura, María José de Pazo; el director de la Escola de Danza del Padroado, Antonio Caiña Fortes, y los colegios Inmaculada y A Laxe.

CONSTANCIA. La entrega de las medallas a los nuevos cofrades y las espadas de oro y plata a los danzantes que llevan 20 y diez años, respectivamente, bailando en la fiesta de San Miguel, puso fin a la ceremonia tras la intervención de la alcaldesa, que abogó por la conservación de la tradición y animó a todos los vecinos a participar de este objetivo.

El Templo Nuevo se abarrotó de fieles para asistir, a continuación, a la misa solemne en honor al patrón de los marineros. Asimismo, tanto en el exterior de la iglesia como en las plazas donde se escenificó la Danza de Espadas por parte de los grupos del Padroado y de Meigas e Trasnos eran muchas las personas que aguardaban el momento.

Aunque ya fuera del programa oficial, los grupos volvieron a bailar a lo largo de la tarde.

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