La dirección de Pescanova ocultó deuda y realizó compraventas ficticias, según el informe de Deloitte

El informe de la administración concursal de Pescanova, Deloitte, revela que la contabilidad de la compañía presenta una serie de errores e irregularidades contables como la ocultación de deuda financiera, compraventas con sociedades instrumentales o la no contabilización de gastos financieros.

Pescanova declaró en los años 2011 y 2012 unas ventas de 625,84 y 703,34 millones de euros, de las que el 77 % y el 80 %, respectivamente, eran ficticias, es decir se realizaron con sociedades instrumentales con el objetivo de lograr financiación mediante el descuento de facturas en los bancos.

Así figura en el informe de la administración concursal de Pescanova, Deloitte, al que ha tenido acceso hoy Efeagro y que recoge parte del informe que realizó KPMG. Según estos datos, Deloitte entiende que Pescanova no cumple con el requisito de "llevar una contabilidad ordenada, adecuada a la actividad de su empresa, que permita un seguimiento cronológico de todas sus operaciones".

En el texto se indica que en esos dos años Pescanova simuló haber obtenido un total de ventas de 1.047 millones y lo comunicó como reales a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el supervisor bursátil.

Según el informe, ésta era una práctica de la empresa gallega, por la que usaba sociedades sin vinculación aparente ni estructura suficiente para llevar a cabo una actividad comercial relevante, pero en muchos casos dependían plenamente de Pescanova.

Según esta operativa, la sociedad pesquera les emitía facturas que posteriormente eran presentadas al descuento en entidades financieras previa contrapartida de dejar en cuenta depósitos en efectivo.

Toda esta operativa se realizaba con una serie de transacciones en las que "no existía traspaso de mercancía real", por lo que además de generar financiación bancaria, también se crearon en los últimos ejercicios resultados no reales en los registros contables de la sociedad, según recoge Deloitte del informe de KPMG.


Añade que la pesquera gallega también suspende en su deber de elaborar de forma periódica balances e inventarios, así como en su obligación de registrar día a día todas las operaciones relativas a la actividad de la empresa.

Deloitte ha cifrado en 151 las filiales de Pescanova, de las que cinco se encuentran inmersas en distintos procesos concursales: Pesca Chile, Argenova, Pescanova Brasil, Acuinova y Pescanfina.

El valor que Deloitte otorga a las empresas participadas asciende a 195,28 millones de euros, que se reparten entre los sectores de acuicultura (55,04 millones), comercialización (36,72 millones), pesca (63,76 millones), fabricación y procesado (28,59 millones), holding (11,10 millones) y otros (46.000 euros).

En relación con las inversiones financieras que mantiene la compañía figuran diferentes valores a largo plazo cuyo saldo contable es de 271.000 euros y que la administración concursal valora en 322.000 euros.

Entre estos valores se encuentran acciones de Banco Popular (40.316 acciones), Telefónica (344), Caixabank (3.893), Repsol (271) y de Frigoríficos del Mercat (237 acciones).

Pescanova tiene cuentas por cobrar (saldos financieros y comerciales) con empresas del grupo por importe de 1.559 millones, que la administración concursal valora en su rango bajo en 597,88 millones, en función de su capacidad de generación de efectivo de las diferentes sociedades del grupo, y en su rango alto, en los citados 1.559 millones en base al valor neto contable de esas partidas.

La sociedad tiene en bancos un saldo de 7,22 millones, repartidos entre 15 bancos, al tiempo que tiene descubiertos por valor de 72,91 millones que, según Deloitte, deberían estar clasificados como deuda con entidades bancarias en lugar de haberse incluido en el epígrafe de tesorería.

Por otra parte, Deloitte recoge que de los 15 procedimientos judiciales en los que Pescanova forma parte -en su mayoría, procedimientos cambiarios por una cuantía total superior al millón de euros- se han logrado paralizar tres de ellos, tras solicitarlo al juzgado, por un importe superior a 600.000 euros.

Entre las decisiones que ha adoptado Deloitte como administradora concursal aparecen la de dejar de abonar la retribución del ahora expresidente de Pescanova Manuel Fernández de Sousa como director general de Pescanova, remuneración que compatibilizaba con la de consejero y presidente del consejo de administración, cargo del que ha dimitido recientemente.

Por otro lado, Deloitte explicó que en el ejercicio 2013 la sociedad empezó a contabilizar ventas, compras y devoluciones de ventas con estas sociedades instrumentales con el objetivo de revertir el impacto en cuentas a cobrar de estas operaciones en ejercicios anteriores, que arrojaban un efecto total de gasto con estas sociedades por importe próximo a los 350 millones euros.

En su informe Deloitte subraya la existencia de un número de empresas que, si bien las sociedades del Grupo Pescanova no tienen participación sobre las mismas, sí existe un control por su parte en la toma de decisiones.

Son los casos de Segrupsa Ltda., Acuarios Tropicales (Acuatrop), Agrigov, Barnapoin, Delfobic, Globalgreen, Kianby, Koladlil, Nirvain, Quirken, Rixpower, Semilleros de Salado (Semidelsa), Voire, Warsou, Yubitle, Pacifclogistic, Tamarix y Fundación Pescanova (Fundanova).

Deloitte alude al informe de KPMG que cifra en 151 las filiales que conforman el Grupo Pescanova y subraya la existencia de cinco sociedades filiales que no fueron consolidadas hasta la presentación de los estados financieros consolidados de 2012 (Efripel, American Shipping, Antartic Sea Fisheries, Medosan y Porvenir).

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