La reciente caída de una rama de 200 kilos del Carballo de Santa Margarida y las reivindicaciones de la Comunidade de Montes de Mourente y de los vecinos de la parroquia para que las administraciones intervengan, sin más demora, a fin de proteger el emblemático árbol han tenido respuesta. Ya la semana pasada el Concello se puso en contacto con la Xunta y el Arzobispado de Santiago para coordinar una actuación de urgencia y definir una estrategia de largo recorrido, con el fin de preservar y mantener en el mejor estado posible el árbol en base a un informe encargado a la Estación Fitopatolóxica do Areeiro. Ahora, ya con los permisos en la mano, la Administración municipal y la Deputación se pondrán manos a la obra.
La próxima semana, los técnicos de la Efa (dependiente de la institución provincial) empezarán a podar el roble y a aplicar un tratamiento de lucha biológica contra los insectos xilófagos que están descomponiendo la madera del mismo.
Eva Vilaverde Diputada delegada de la Efa
"Todas as administracións teñen que ir da man porque é unha cuestión de patrimonio cultural, histórico e natural"
Así lo explicaron este jueves la diputada delegada de la Efa, Eva Vilaverde; los jefes de servicio del centro, Pedro Mansilla y Carmen Salinero, y el concejal de Medio Natural pontevedrés, Alberto Oubiña, durante una visita al Carballo.
La representante de la Deputación señaló que O Areeiro lleva tiempo realizando informes sobre el estado del árbol y ofreciendo asesoramiento a las instituciones responsables del mismo y que su disposición siempre fue total. Precisamente, teniendo en cuenta esos mismos informes que evicencian la necesidad de intervenir para proteger el árbol, la nacionalista afirmó que "todas as administracións teñen que ir da man porque é unha cuestión de patrimonio cultural, histórico e natural que temos a obriga de manter e conservar e nese punto estamos", dijo. "É fundamental facer un traballo conxunto para salvar a árbore".
Lo mismo indicó Alberto Oubiña, quien señaló que el estudio solicitado por el Concello a la Efa revela que es necesario actuar ya y de ahí que los gobiernos provincial y municipal vayan a llevar a cabo "man a man" esas primeras labores, para las que han tenido que solicitar el permiso de la Xunta (un trámite indispensable teniendo en cuenta que el Carballo está protegido por Patrimonio).
Alberto Oubiña Edil de Medio Ambiente "Natural Decidimos tomar man da situación porque unha árbore coma esta non pode estar en desleixo como ata agora"
Ahora que cuentan con él, la poda empezará el lunes a las 8.30 horas con medios técnicos de la Deputación, lo que permitirá sanear el árbol al eliminar las ramas secas. Para ello será necesario cortar el tráfico de uno de los carriles de la carretera que pasa junto a la capilla de Santa Margarida, así que la Policía Local se encargará de regular la circulación.
A ello se sumará el tratamiento biológico contra los insectos y, posteriormente, se colocará un soporte en una de las ramas para soportar su peso y, como esta ha crecido mucho hacia la calle, en invierno se reequilibrará el árbol para evitar que se resquebraje. Asimismo, se dejará el tronco "abierto" para poder repetir el tratamiento y realizarlo de forma continuada en años sucesivos, algo que Pedro Mansilla explicó indicando que será como "cuando vamos al hospital y nos dejan puesto un vial para poner tratamientos sin tener que abrir o pinchar de cada vez".
Estas serán las actuaciones urgentes y, más adelante, en una segunda fase, se intervendrá en el entorno, aunque para ello es necesario contar también con el permiso de la Xunta y el del Arzobispado, que es el propietario de este ejemplar. Una de las cuestiones necesarias es la retirada del asfalto que rodea el árbol, ya que no permite que las raíces absorban los nutrientes necesarios. Por este motivo, las administraciones están valorando retirar dicha capa o bien realizar perforaciones en la misma para dejar pasar el agua y el aire.
ASFALTO. Tal y como explicó Oubiña, la eliminación total de la capa asfáltica no es sencilla, ya que esta lleva muchos años sobre las raíces, que fueron creciendo de esta manera, por lo que podría estar pegada a parte de ellas. "Podemos facer uns buracos para que entre a auga e se osixenen, pero para iso hai que pedir autorización, porque non é a nosa propiedade", señaló el edil.
El nacionalista reiteró que "decidimos tomar man da situación porque unha árbore das condicións e da categoría desta non pode estar en desleixo tal e como estivo ata agora", de ahí que instase a la Xunta y a la institución eclesiástica a autorizar dichas acciones.
