La falta de plazas de comedor en el Ceip Xesús Golmar de Lalín coarta la conciliación a 79 familias

El mayor centro educativo de la comarca de Deza, el Colegio de Educación Infantil y Primaria (Ceip) Xesús Golmar de Lalín, que tiene 640 matriculados, sufre un problema ya histórico que paradójicamente no se ha resuelto con la construcción, hace más de un lustro, de unas instalaciones cuyo coste superó los seis millones de euros. Se trata de la falta de plazas de comedor para todos los demandantes o al menos para paliar parte de la lista de espera que, en lugar de descender, se incrementa a cada año que pasa y eso que en este curso la Consellería de Educaión amplió en 21 el número de plazas. Con todo, son 79 los alumnos que se quedaron sin poder disfrutar del servicio. La razón es tan objetiva como que no hay espacio físico para ampliar el comedor, que se quedó pequeño nada más inaugurarse el centro.

Actualmente, el colegio presta servicio de comedor a 327 escolares de Infantil y Primaria (también a los de los institutos, que se rotan y acuden distintos días de la semana), pero los padres de los alumnos que quedaron en lista de espera protestan porque no pueden conciliar la vida laboral y familiar. De hecho, algunos niños son derivados directamente al servicio socioeducativo Volvoreta, que se presta en el centro, porque sus progenitores o tutores no pueden recogerlos a la hora de salida de las clases. El problema, que el alcalde trasladó hace unos días al conselleiro de Educación, se resolvería en parte con la implantación de la jornada única. En el centro se imparten clases a jornada partida solo los miércoles. Pero en este asunto por el momento no hay consenso entre los padres (el Anpa remitió sondeos por escrito a las familias y está a la espera de recibir los resultados) y además habría que reajustar los horarios del transporte.

Este martes, directivas del Anpa y madres afectadas por la falta de plazas en el comedor realizaron una protesta simbólica a las puertas del centro educativo. Según expresó la presidenta del Anpa, Elisabeth Iglesias Sánchez, "las familias necesitan este servicio para poder conciliar". Reconoce que son ciertas las palabras del conselleiro, el lalinense Román Rodríguez, respecto a que reciben servicio de comedor tanto los niños derivados del departamento de Servicios Sociales como todos los que utilizan el transporte escolar, que son los que legalmente tienen derecho a acudir al comedor.

No obstante, ni a la dirección del Anpa ni a muchos de los padres de alumnos del Golmar les convence la explicación de Rodríguez. La directiva del colectivo de padres convocará una nueva reunión para tratar este asunto y decidir qué medidas de presión se adoptan. Entre ellas, figura la propuesta de solicitar una reunión con el conselleiro. Lo que no logran entender es cómo cuando se diseñó el moderno y caro centro educativo, y teniendo en cuenta que la matrícula ya superaba el medio millar de alumnos, no se proyectó un comedor más grande.