La viuda de Miguel Pazos sigue ingresada en Lleida

La familia de la víctima del accidente de Raxó abrirá causa penal contra la mujer que estaba al volante

El atestado de la Guardia Civil concluye que fue un despiste y desestima esa opción, polo lo que el hijo del fallecido acudirá a los tribunales
Las dos ambulancias medicalizadas, en el fatídico siniestro, a primera hora de la tarde del 22 de septiembre
photo_camera Las dos ambulancias medicalizadas, en el fatídico siniestro, a primera hora de la tarde del 22 de septiembre

Un despiste de la conductora. Esa es, según el atestado y la posterior investigación de la Guardia Civil de Tráfico, la causa del accidente mortal registrado el pasado 22 de septiembre en la PO-308 a su paso por la localidad de Raxó, en Poio, que costó la vida al septuagenario ilerdense Miguel Pazos y causó lesiones graves a su esposa, cuando ambos paseaban por el arcén del vial, tras ir a tirar la basura.

La viuda de la víctima y su hijo, Abel Pazos, recibieron hace escasos días la comunicación por carta de la Guardia Civil de Tráfico en la que se comunica la conclusión del atestado y la consecuente decisión de archivar la investigación, al no ver causa penal en la misma.

Los familiares de la víctima mortal, sin embargo, no están de acuerdo con el contenido de este informe ni con la decisión, por lo que han iniciado el procedimiento legal para solicitar que se instruya una causa penal contra la mujer que estaba al volante del Audi A-3 el día del siniestro.

Un procurador de la parte damnificada se encarga, en estos momentos, de toda la tramitación pertinente para presentar la denuncia ante un juzgado de Pontevedra.

El principal motivo de la decisión familiar son las dudas que ofrecen las circunstancias del accidente.

Tal y como relata el hijo de las víctimas, "si en ese tramo la velocidad límite es de 50 kilómetros por hora y la pendiente ascendente, creo que del 7%, no parece que un simple despiste -sin otra circunstancia a mayores como el exceso de velocidad-, pueda favorecer que el coche recorra sin control más de cien metros", apunta.

Así, el hijo relata que "contando con mis pasos, desde la zona donde perdió supuestamente el control, este coche recorrió unos 70 metros, para después chocar con el contenedor y recorrer otros 30 o más. Es que solo hay que ir andando por la zona para darse cuenta. La marca del impacto del turismo contra la pared está a casi dos metros de altura y los trocitos del coche siguen esparcidos por allí. ¿Cómo puede ser que se alcance esa altura si se circulaba a 50 kilómetros por hora?", se pregunta Abel Pazos.

UNA EXPLICACIÓN. De hecho, el hijo de la víctima sostiene que la propia Guardia Civil debió haber actuado de oficio ante las graves consecuencias del siniestro. "Si hubiese sido en Cataluña, los mossos habrían tenido obligación de remitir todo esto a un Juzgado y la conductora tendría que comparecer ante el juez y explicarse. En el caso del accidente que costó la vida a mi padre, esto no sucedió. Es decir, que ella no ha tenido que explicar a nadie -salvo para el atestado- cuál fue el motivo del despiste".

Abel Pazos señala que "ambos, su esposa y su hijo, sabemos que en realidad nada nos devolverá a mi padre y que la parte de las indemnizaciones, que se lleva en la vía civil, está perfectamente determinada, pero eso no impide que, tanto a mi madre como a mí nos parezca más justo que la persona que estaba al volante comparezca y que esto se investigue lo suficiente como para saber su hubo delito o no" en el modo de conducir de quién causó este accidente.

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