SANXENXO. Hubo un tiempo en el que el municipio de Sanxenxo vivía exclusivamente de la pesca y de la agricultura. En aquel entonces, cuando llegaba el día de honrar a Santa Rosalía, patrona del pueblo, numerosas vecinas donaban numerosos productos de sus huertas. Esa tradición es la semilla que dio vida en 1983 a la Feira da Cebola, que hoy vivió su trigésima primera edición y que, una vez más, reunió a miles de personas en la Praza do Mar.
Al igual que el año pasado, la jornada grande de los festejos patronales estuvo marcada por el calor. Pero las altas temperaturas no restaron afluencia al evento, al que asistieron personalidades como el director xeral de Desenvolvemento Rural, Antonio Crespo; el delegado territorial de la Xunta de Galicia en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís; el vicepresidente de la Deputación, Chema Figueroa, y el equipo de Gobierno sanxenxino al completo, encabezado por la alcaldesa, Catalina González.
Durante unas horas, la dársena se convirtió en una especie de mercadillo, compuesto por más de 60 puestos, en los que se podían contemplar y adquirir cebollas de todos los tamaños. En algunos 'stands' también se ofertaban otros productos autóctonos, como frutas, hortalizas y botellas de orujo.
Aunque los puestos abrieron sus puertas a las 10.00 horas, la actividad comenzó a resultar frenética a mediodía, cuando hicieron acto de presencia las autoridades locales, acompañadas, como manda la tradición, por los ganadores de las Cebolas de Ouro 2013. En esta ocasión, el Concello homenajeó a Carlos Troncoso, fundador del Hotel Carlos I, y a Belén Antolín, directora de moda de Vogue España. Todos ellos fueron pasando por cada uno de los 'stands' para charlar con sus respectivos responsables.
