Los vecinos de Marín y del resto de O Morrazo no dejaron pasar la oportunidad de disfrutar de la sidra de las manzanas de Santo Tomé de Piñeiro este domingo, en el día grande de la fiesta que ensalza este producto artesano.
La jornada se inició con un espectáculo ecuestre, a cargo de jinetes de la propia parroquia, y la degustación tuvo su hora punta entre las 12.00 horas y las 14.00.
En el punto álgido de asistencia no faltó el pregón, que este año corrió a cargo de Guillermo Martínez Pintos, que es cosechero, preside a los viticultores de Vilaboa y a la asociación de Furancheiros, además ha estado detrás de la puesta en marcha de la Indicación Xeográfica Protexida Terras do Morrazo. Martínez Pintos alabó el buen hacer de los sidreros de Santo Tomé y les animó a seguir en el camino para ensalzar su producto y conseguir hacerse un hueco en el mercado, del mismo modo que lo están haciendo con los vinos de la comarca.
Los asistentes a la fiesta pudieron acompañar la sidra con tapas de callos y otras tapas calientes.
Por la tarde, la actividad se retomó con una nueva concentración de caballos, y con juegos populares para los más pequeños.
CONCURSO. A media tarde se celebró el concurso de empanadas de manzana, y en torno a las 21.00 horas el recinto festivo se llenó para despedir la jornada con sidra y con verbena. La música corrió a cargo de la orquesta Marbella.
El buen tiempo y la programación variada, pensada para todas las franjas de edad, ayudó a mantener un buen número de visitantes en este evento, que en 2017 cumplirá los veinte años de existencia y ha demostrado estar más que asentado en el calendario de fiestas local. Además de degustar sidra recién hecha, la fiesta permitió a los asistentes contar con un mercado de manzanas, dulces y otros productos relacionados con el mundo del campo.
