La Festa da Troita de Ponte Caldelas cumple todos los objetivos, salvo el del civismo

Detalle del monumento en el que se aprecia la nueva rotura (Foto: DP)
photo_camera Detalle del monumento en el que se aprecia la nueva rotura (Foto: DP)

PONTE CALDELAS. Histórica, entretenida, divertida, estimulante, ecológica... A la Festa da Troita de Ponte Caldelas se le pueden aplicar todos los adjetivos que se deseen salvo el de cívica, visto el estado que luce de nuevo el conocido monumento al pescador, apenas tres días después de haber sido reparado para la celebración del evento.

El Concello de Ponte Caldelas emitió ayer un comunicado para quejarse de la actitud de uno o unos pocos vándalos, que ensombrece la estampa de armonía y disfrute con la que se retrató la villa del Verdugo durante este fin de semana.

Así, mientras en la faceta de pesca deportiva se instauraba la pesca sin muerte en gran parte de las categorías y mientras en la de gestión de residuos se alcanzaban nuevas cotas de colaboración en el punto limpio donde se vierten para el compostaje todos los residuos reciclables de la fiesta, en el Paseo Fluvial una o varias personas volvían a atacar al monumento de metal, al que acababan de implantar, apenas un día antes, la parte de la caña que había sido quebrada ya en otras dos ocasiones. En este caso, la parte rota abarca un poco más que la sustraída anteriormente, de modo que el instrumento del pescador ha visto mermado considerablemente su tamaño.

El alcalde indicó que la Policía Local levará un atestado de los daños e instruirá las diligencias oportunas para tratar de que esta vez el responsable de los daños se haga cargo de la reparación. Rodríguez señaló que en la misma zona se encontraron restos atribuibles a un botellón descontrolado, que pudo estar en la raíz de los ataques al mobiliario urbano.

Rodríguez reconoció que los daños no son de gran valor, pero sostiene que duda si volver a reparar por tercera vez la estatua, vista la persistencia de quienes se empeñan en atacarla.

No es la primera vez que los vándalos aprovechan la noche para atacar mobiliario urbano en el paseo fluvial, al ser este una zona algo alejada del centro en la que actuar impunemente. En otras ocasiones destrozaron bancos y farolas, aparecieron graffitis en el puente y la estatua padeció dos mutilaciones similares.

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