La Festa do Demo transportará a los pontevedreses a las verbenas de los 50

La décimo quinta edición de la fiesta popular llenará la zona vieja de traviesos demonios y música tradicional
Miembros del grupo musical Alborada junto a Carme da Silva y Rosalía Rodríguez Lorenzo
photo_camera Miembros del grupo musical Alborada junto a Carme da Silva y Rosalía Rodríguez Lorenzo

Acabadas las Peregrinas "a festa sigue, aínda nos quedan tres semanas intensas en Pontevedra", esas fueron las palabras con las que la concelleira de Festas, Carme da Silva, abrió, en la mañana del miércoles, la presentación de la siguiente fecha de la programación de verano; la Festa do Demo, que celebra su décimoquinta edición desde que fue recuperada. Este año contará, además, con un cierre musical ambientado en los años 40 y 50, "unha viaxe ás verbenas dos anos da xuventude dos nosos vellos".

Este domingo 23 de agosto, en la víspera de San Bartolomé, se llevará a cabo la salida do Demo, que arrancará a las 12.30. El Demonio, que este año vuelve a ser Xosé Luís Esperante, sale desde los arcos de San Bartolomé acompañado de un séquito de malvados esbirros, en este caso los miembros de la compañía ‘Troula’, y para amenizar el ambiente con su música, también estará el grupo ‘Foula’.

"Como todos os anos, os nenos teñen o reto de ver se son capaces de facerse co rabo do demo" explicó Da Silva, que hizo un llamamiento a los niños y niñas que puedan estar a esa hora, para que se acerquen a la plaza, ya que tienen un papel protagonista en la fiesta, ya sea haciéndole frente al demonio o con sus tridentes formando parte del séquito. La concelleira también añadió que al caer la celebración en domingo, el público al que está dirigido es diferente del que tendría la celebración de realizarse entre semana.

A las ocho de la noche, la comitiva recorrerá las calles realizando juegos, travesuras y burlas con los viandantes. Posteriormente, a las nueve de la noche, la banda de música de Salcedo comenzará su concierto en la plaza José Martí.

Por último, a las 9.30 de la noche, los grupos musicales ‘Os Chichisos’ y ‘Alborada’ pondrán el ritmo a la verbena que cerrará el día de fiestas y travesuras. La Festa do Demo se cerrará, como es ya habitual, con su particular foliada popular en la plaza Curros Enríquez, que según declaró la concelleira Da Silva, "é a que mellor se adapta ao que é está foliada".

Este particular desenlace para la Festa do Demo consiste en una verbena a cargo de los grupos musicales ‘Alborada’ y ‘Os Chichisos’. "O que se pretende coa foliada do demo é revivir como eran as verbenas naquel momento no que o demo empezou a saír dende os arcos de San Bartolomé", explica Rosalía Rodríguez Lorenzo, secretaria del grupo musical ‘Os Chichisos’, que se refiere a la cuidada estética que conforma el ambiente de este fin de fiesta.

El Concello y las agrupaciones musicales hacen un llamamiento a la participación activa en la fiesta, y a que la gente se anime a asistir vestida de época. Entre los elementos que conforman ese viaje al pasado hacia a las verbenas de los años 40 y 50, están una rosquilleira, una típica pareja de la Guardia Civil, un cura y hasta una iluminación acorde a la época que pretenden retratar.

Rosalía Rodríguez afirmó que hacer que la gente se anime a disfrazarse siempre cuesta al principio, pero que una vez han entrado en calor, se meten totalmente en el papel, y puso como ejemplo el caso de la Feira Franca, que tiene una participación con la que no se compara ninguna otra fiesta medieval de Galicia. Por su parte, Da Silva resaltó la implicación que suelen tener los habitantes de Pontevedra con todo este tipo de iniciativas lúdicas. También apuntó que el hecho de que la fecha pueda caer tanto en fin de semana como en un día laborable dificulta la facilidad para disfrazarse.

Pontevedra, y especialmente los más pequeños de la casa, tienen una cita el próximo domingo para sumarse a las travesuras del demonio que recorrerá las calles de la zona vieja de la ciudad, y recrear la leyenda de la noche de San Bartolomé al intentar atraparlo, o bien unirse a su séquito de diablillos y atormentar a los vecinos de la zona.

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