La Festa dos Callos de Poio supera el listón de las 1.800 raciones repartidas

El incremento de fogones permitió prolongar las ventas más de una hora sobre lo previsto, pero se siguió despachando todo lo cocinado

La Festa dos Callos de Poio consiguió este domingo superar el objetivo marcado para la undécima edición de abastecer a todos los que se presentasen en las ventanillas demandando raciones del producto estrella.

Después de encadenas dos años en los que los callos se agotaron a las pocas horas de abrir la degustación, los integrantes de la Asociación Boureante, que organiza con apoyo del Concello esta fiesta, decidieron ampliar el número de fogones y tarteras y, con ello, ofrecer más raciones a los comensales.

Así, la organización consiguió incluso cien raciones más de lo calculado y repartió 1.800 platos de callos, manteniendo abierta la venta hasta las 15.30 horas.

"NON SOBROU NADA". Uno de los directivos de la organización, Ángel Piñeiro, explicó el domingo que, a pesar del incremento de producto cocinado en la jornada anterior, no llegó a haber excedente "posto que, coa cantidade que quedou fixemos as tapas para comer os da organización, de xeito que se pode dicir que non quedou nada", apuntó. Una de las decisiones novedosas adoptadas por la organización fue la de fijar una hora en la que se dejó de vender para las casas (muchas familias de la zona se llevaron el producto en tarteras y lo degustaron en su vivienda) con lo que se abasteció con más facilidad al público que eligió quedarse en el recinto y que lo llenó desde el momento de inicio de la fiesta, a las 11.45, con un acto en el que estuvieron representantes del Concello, hasta casi las cuatro de la tarde.

El evento contó con música a cargo de la Escola de Música Tradicional del Concello que animó el recinto de la degustación.

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