Las investigaciones sobre el incendio que quemó más de 1.800 hectáreas en Oia el pasado agosto, y que supuso la detención de un hombre, apuntan a que tras el fuego podría encontrarse la intención de regenerar pastos.
En nota de prensa, la Guardia Civil asegura que la investigación de los especialistas del Seprona, en colaboración con el departamento de Medio Rural de la Xunta, permitió determinar el punto exacto en el que comenzó el fuego, en unos matorrales de la pista que sube desde Burgueira al Alto de A Pedrada.
Los expertos han concluido que el fuego fue intencionado y apuntan a que se habría iniciado aplicando una llama directa sobre el terreno, sin ningún otro tipo de dispositivo sofisticado.
Durante quince días de pesquisas se acometieron pruebas de laboratorio y de campo. Las investigaciones y los testimonios recabados entre más de una veintena de personas, así como las "contradicciones descubiertas" durante las dos tomas de manifestación que se le practicaron al detenido y a otros allegados apuntaban a su posible vinculación con la comisión de los hechos.
La Guardia Civil apunta la hipótesis de que tras el incendio "podría encontrarse la intención de regenerar pastos y que la autoría estaba en manos de alguien que conocía muy bien la zona". Además, a las diligencias constan otros focos previos en otras parroquias de Oia, como en Burgueira, "supuestamente con la misma finalidad y con similares características".
La Guardia Civil apunta también que las diligencias recogen los testimonios de numerosos vecinos de la zona y consta que, en reiteradas ocasiones y desde el mes anterior, el detenido se había interesado por los horarios de vigilancia de las brigadas de la Consellería de Medio Rural en el alto de A Pedrada.
También había expresado su malestar por el exceso de maleza en la zona, por el perjuicio para sus ovejas, ya que es el único pastor con un rebaño significativo en la zona.
Igualmente, subraya la nota, el imputado "incurrió en numerosas contradicciones" en sus manifestaciones, y no pudo concretar el lugar exacto en el que se encontraba cuando se originó el fuego, y sus declaraciones sobre cómo se sucedieron los hechos en el momento en que se declaró el incendio no coinciden con las de otros vecinos.
El detenido, de 74 años, quedó ayer en libertad con cargos tras declarar en el juzgado, y fue imputado por un delito de incendio con peligro para la integridad de las personas, con la obligación de comparecer ante el juzgado instructor cada quince días.
La investigación sobre el fuego de Oia apunta a que la intención del presunto incendiario era regenerar pastos
