La agonía de O Areoso

La excavación de una mámoa y la adopción de medidas de protección, para frenar la erosión que consume inexorablemente el islote situado en A Illa de Arousa, siguen pendientes
Cinco piedras delimitan el perímetro de un monumento funerario situado en el islote
photo_camera Cinco piedras delimitan el perímetro de un monumento funerario situado en el islote

La excavación de la mámoa número 4 de la isla de O Areoso comenzará en otoño si se cumplen las previsiones de la Dirección Xeral de Patrimonio, porque la realización de este trabajo depende del segundo concurso que abrió para adjudicarlo, después de que el primero quedase desierto porque la única empresa interesada no cumplía las bases del mismo.

Prospección, sondeos en busca de nuevos yacimientos y restitución del terreno para luchar contra la erosión provocada por el mar son los tres ejes del proyecto. El dolmen fue descubierto en el año 1988 bajo una duna, que la erosión eliminó parcialmente. El proyecto técnico divide este capítulo en tres partes, cuya ejecución está prevista en el otoño e invierno de este año y durante 2017. No obstante, estas previsiones son solo aproximativas porque el calendario de labores a realizar dependerá en todo momento de las mareas, porque es necesario que el agua deje al descubierto el paleosuelo. En el proyecto también figura la ejecución de catas en el supuesto de que durante los trabajos fuese detectada la presencia de algún elemento destacado que estuviese en riesgo de desaparecer.

El islote situado en la entrada de la ría de Arousa sirvió de última morada para los muertos de nuestros antepasados

La última fase será la de conservación, que tiene un especial interés porque la duna que cubre parcialmente el dolmen será retirada totalmente, por lo que quedará expuesto a las mareas e intemperie, que se cobraron en las últimas décadas otras piezas megalíticas en el islote situado en el municipio de A Illa de Arousa.

La instalación de la losa de cubierta del túmulo, que está parcialmente caída, es otro objetivo. Aunque llegó a plantearse la opción de instalar algún elemento de protección, no está prevista la dotación de algún tipo de barrera destinada a frenar el avance de la erosión.

La misión que afrontará la empresa que gane el concurso es apasionante porque no existe ningún precedente de apertura de la cámara mortuoria de un dolmen aún virgen en tierra firme. El hallazgo de restos biológicos es otro de los alicientes.

La toponimia da pistas: situada al lado de un islote pétreo llamado O Pedregoso, O Areoso es una lengua de arena, blanca y suave como el algodón, sometida al influjo de las mareas, el ir y venir de las olas, los temporales y la acción destructiva de los seres humanos.

En los banquetes de despedida de los fallecidos se consumía ganado vacuno, porcino, caprino y también marisco

Hace miles de años, este islote fue utilizado como un cementerio, como acredita el hallazgo de dos monumentos funerarios. Uno de ellos está delimitado por un círculo de piedras de unos seis metros de diámetro, mientras que en el extremo sur de la isla hay otro lugar destinado a acoger a los muertos. También llegó hasta nuestros días un fragmento del suelo pisado por nuestros antepasados entre los siglos dos y cuatro antes de Cristo.

De la presencia de seres humanos también queda constancia a través de los restos de comida hallados en las excavaciones realizadas, como carne de porcino, vacuno y caprino, así como algunos mariscos, al igual que fragmentos de vasos, vasijas y cazuelas, para cuya elaboración usaron el fuego, por lo que se cree que pudo existir un horno.

Comentarios