"El problema del pulpo está en el minifundismo"

La lonja de Bueu, obligada a suspender las subastas por falta de pulpo

La campaña de este año, que comenzó en junio, está teniendo muy malos registros y la flota ha llegado a no faenar durante quince días seguidos ►Los precios se disparan y la hostelería lo nota en la carta
La subasta de pulpo se suspendió en Bueu debido a la escasez del producto
photo_camera La subasta de pulpo se suspendió en Bueu debido a la escasez del producto

Son las 17.00 horas y la lonja de la villa buenense se prepara para una de las cuatro subastas que se realizan por las tardes. Pero no hay nada que subastar. Los pescadores han traído una cantidad tan irrisoria de pulpo que se ha cancelado su venta en lonja. Esta situación es la que se vivió el martes y el miércoles. Y es que la campaña del cefalópodo de este año está dejando estampas poco esperanzadoras para la flota buenense, que se dedica casi en exclusiva a pescar uno de los productos más demandados de la gastronomía gallega.

La campaña comenzó en junio. El patrón mayor de la Confraría de Pescadores de Bueu, José Manuel Rosas Otero, explica que, aunque el inicio fue normal, "a partir del mes de agosto, la pesquería ha caído prácticamente en picado". Celebra que esta semana las capturas han mejorado un poco, pero el balance general de estos cuatro meses es malo. "Creo que, poco a poco, irá volviendo a la normalidad, pero todo parece indicar que no se avecina un buen año", vaticina Rosas. Tal y como relata el patrón buenense, en una buena campaña, una embarcación de tres marineros consigue cubrir la cuota de pesca asignada al cefalópodo, es decir, descargan 200 kilos de pulpo en un día de faena. "Ahora mismo, un barco como ese está trayendo del orden de 40 kilos", compara.

Rosas reconoce que no es el peor año que recuerda. "Los que tenemos cierta edad y conservamos la memoria, sabemos que hubo otras campañas peores", pero las cifras conseguidas el año pasado ponen el listón muy alto. "El 2016 fue atípicamente bueno", afirma el patrón. Y es que el pósito buenense consiguió aumentar en un 61% el volumen de mercancía subastada y un 64% su facturación anual.

Esa bonanza contrasta radicalmente con la imagen de estos últimos meses, con casi toda la flota en tierra, sin faenar. "La mayoría amarró voluntariamente durante quince días esperando a que cambiase la situación en los mares de fondo", con la esperanza de que el movimiento de las aguas ayudase a que los pulpos fuesen apareciendo.

Ahora han vuelto a salir al mar con regularidad, pero cada día que el mar no provee, "supone un quebranto económico muy grande para un pueblo que depende de esto".

El precio del producto, obviamente, también se resiente. Los ejemplares que no llegan a los dos kilos se están vendiendo en lonja a 8 euros. Los que sobrepasan ese peso, cuestan sobre 12 euros. "Es casi prohibitivo, el pulpo sale a precio de solomillo", ironiza Rosas. El patrón espera que se estabilicen las cosas. "No pido los resultados del año pasado", asegura, "pero sí que faenar sea rentable para las embarcaciones y que las familias se puedan llevar un jornal a casa".

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