La mayor chapuza

La ‘Operación Puerto’ será juzgada a partir de hoy, pero a pesar de ser una trama de dopaje, la acusación es de delito contra la salud pública porque en aquel momento -mayo de 2006- el dopaje no estaba penado en España, una demostración de la ‘chapuzada’ que fue todo el proceso. Se puso en marcha para acabar con el dopaje, pero nadie tuvo en cuenta que las leyes no amparaban esas acciones judiciales y policiales. Siete años después, y tras numerosos fracasos judiciales, la ‘Operación Puerto’ será juzgada, pero sin ninguna expectativa positiva. Toda esta situación hace que en el resto del mundo duden de nosotros porque no entienden nada de lo que está sucediendo. Toda esta ‘chapuzada’ -no puede ser calificada de otra manera- ha puesto en entredicho el deporte español. Meses después se cambió la ley, que estaba siendo tramitada en mayo de 2006, pero el afán de ‘colgarse la medalla’ de los políticos de aquel entonces provocó que la que estaba llamada a ser la gran operación de limpieza del deporte español se convirtiera en la gran mancha. Ha sido un proceso vengativo y partidista hacia un solo deporte. Se apoderaron de bolsas de sangre de más de un centenar de deportistas y, sin embargo, solo trascendieron nombres de ciclistas, a pesar de que está comprobado que en la documentación habían aparecido datos como ‘este verano, Campeonato de Europa’, refiriéndose al de atletismo, que en ese mes de agosto se llevó a cabo en Goteborg. Sin embargo, los dedos acusadores solamente señalaron al ciclismo cuando es un secreto a voces las vinculaciones con otras disciplinas de médicos como Eufemiano Fuentes o el hematólogo José Luis Merino Batres. La chapuza fue tan grande que los únicos sancionados por esta operación fueron como consecuencia de las decisiones de otros países, como sucedió en el caso de Ivan Basso, Ullrich o Alejandro Valverde.

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