La oposición no encuentra eco en el PP al reclamo de reformar la Constitución

Los partidos de la oposición que piden una reforma de la Constitución no han encontrado respuesta a sus reclamos por parte del PP, que en cualquier caso ha emplazado a todo el que quiera cambiar la Carta Magna a especificar y poner su propuesta encima de la mesa.

Un día después de que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, pidiera al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que abra el debate de la reforma constitucional en el Congreso, el PP ha vuelto a exigir a los socialistas que concreten qué pretenden cambiar, un reto que también ha lanzado al presidente de la Generalitat, Artur Mas.

El PSOE, en cualquier caso, tiene intención de presentar esta misma semana en el Congreso su petición para crear una subcomisión que estudie la reforma constitucional.

"Poco serio" ve el vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, que los socialistas quieran ahora convocar a expertos para que hablen en esa subcomisión, lo que demuestra que el PSOE "no sabe lo que quiere".

Además, ha advertido de que su partido no aceptará una reforma para resolver el "problema" del PSOE, que "se llama Partido Socialista de Cataluña" y que lleva a ambas formaciones a caer en la "ambigüedad" y la "indefinición".

En cualquier caso, Floriano ha asegurado que el PP no se niega a hablar "nunca de nada" y por eso ha instado a los socialistas y también a la Generalitat presidida por Artur Mas a presentar, si la tienen, su propuesta de reforma.

Desde el PSOE, Pedro Sánchez ha insistido esta mañana en que su partido no plantea un cambio en la Carta Magna "para satisfacer la sed de los independentistas" sino porque, basado en su concepción de un estado federalista, es la "mejor fórmula para un país como España".

El líder socialista ha pedido a quienes "identifican inmovilismo con la fortaleza", en alusión a los populares, que miren a los países del entorno, como Francia, que ha renovado su Carta Magna veinticuatro veces, Alemania sesenta o Portugal, que lo ha hecho siete veces, mientras que España en los últimos 36 años lo ha hecho "solo dos veces y siempre por mandato exterior".

Ha defendido actualizar la Constitución "como mejor manera de garantizarla para evitar que se rompa como propone Podemos o los independentistas", y haciendo que contemple los hechos diferenciales de los distintos territorios y reconozca sus identidades pero "desde un espacio compartido de ciudadanos y ciudadanas".

En medio de este debate, el número dos del PSOE andaluz, Juan Cornejo, ha dicho que la reforma del artículo 135 de la Constitución, que obliga a las administraciones públicas a ajustarse al principio de estabilidad presupuestaria y que el PSOE pactó con el PP durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, fue un "error", y ha asegurado que su partido defenderá que se derogue.

Una promesa que ha recibido respuesta por parte del PP, y su portavoz adjunto en el Congreso Rafael Hernando ha considerado una "aurora boreal" que haya en el PSOE quien pida ahora derogar esa reforma que se hizo para que los socialistas no acabaran "fundiéndose el dinero" de los españoles.

Mientras, el recién confirmado líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha defendido abrir la Constitución para discutir "de todo", no sólo de la cuestión territorial, sino también para democratizar la economía y defender la soberanía y los derechos sociales.

Y su número dos o secretario Político, Íñigo Errejón, ha dicho que Podemos es la única fuerza que "puede reconstruir puentes" en ese debate territorial, recurriendo a la "seducción" como estrategia en la relación de España con Cataluña.

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