La Otan, a prueba en las instalaciones de la Brilat

Los montes de Salcedo, Figueirido y San Xulián acogieron un ejercicio táctico en el que una fuerza multinacional compuesta por más de un centenar de soldados británicos y españoles hizo frente a un enemigo ficticio

Son las 12.32 horas del jueves. El campo de maniobras de la Brilat es un auténtico hervidero de soldados. Efectivos de Infantería y del Batallón de Zapadores efectúan movimientos tácticos en la flamante aldea afgana (ahora llamada Picozu, Punto de Instrucción y Combate en Zona Urbana). A lo lejos se escuchan disparos. Unos proceden de la galería de tiro, donde, con fuego real, se ponen a prueba los especialistas. Otros se escuchan desde lo alto de una colina. En ese punto se hallan los protagonistas de la jornada. Más de un centenar de miembros de la Royal Anglian británica, uno de los regimientos de Infantería más afamados del Viejo Continente, se hallan en pleno ejercicio de entrenamiento junto a integrantes del Batallón Zamora, Santo y Seña de la Brilat de Pontevedra. Unos y otros trabajan bajo el paraguas de la Alianza Atlántica en busca de avanzar en la interoperatividad, el gran objetivo de los ejércitos del siglo XXI. "Se trata de alcanzar procedimientos conjuntos y de aprender unos de los otros. En los principales teatros de operaciones acabamos trabajando juntos". El capitán Carmona, por parte española, y el sargento Green, de la Royal Army, diseñan la estrategia. El enemigo (ficticio) se halla unos metros más abajo, o eso sospechan.

Ataviados con uniformes de camuflaje (en tonos verdosos los gallegos y áridos los británicos) y cargando con un pesado equipo que incluye ametralladoras de calibre medio con trípode y munición (en este caso, de fogueo), los soldados escuchan atentamente el diseño del plan. El sargento Green lo traza con un trozo de madera sobre la tierra ante la atenta mirada de dos de los responsables del Zamora, cuyas unidades se despliegan codo con codo con la Royal Anglian. Tras recibir instrucciones, comienza el avance. Green lo ordena con firmeza. 

El objetivo de las maniobras bilaterales es mejorar la interoperatividad entre ambos ejércitos de cara a las próximas misiones

En apenas dos minutos, los soldados de ambos países avanzan unos 50 metros, desde una sima hasta lo alto de una colina. Entre la vegetación, con la ciudad de Pontevedra como telón de fondo, ubican los trípodes y ensamblan el armamento a la espera de las órdenes. En la parte alta se sitúan los británicos. Los españoles se abren unos metros para cubrirles. El plan diseñado por el alto mando hispanobritánico consiste en golpear al enemigo desde lo alto y replegarse a la espera de posteriores movimientos.

Pocos instantes después, el humo ya preside el área de entrenamiento. Uno de los soldados da la orden y se abre fuego. Las ametralladoras, instaladas en puntos estratégicos, hacen mella en el oponente, que tiene la desventaja de la altura. Pese a ello, se defiende y logra hacer blanco en uno de los miembros del equipo de la Otan.

Tras varias oleadas de fuego, el jefe del grupo indica al resto de miembros de la avanzadilla que deben retroceder al punto de partida. El lanzamiento de botes de humo precede al momento en el que proceden a levantar las ametralladoras, de unos 14 kilos de peso, y a retirarse. Dos hombres arrastran al herido hacia la retaguardia con la ayuda de una camilla de tela. Esta fase de la misión se ha cumplido con éxito, a la espera de continuar hacia el Sur, en dirección a la aldea afgana. Allí aguardan nuevos enemigos.

De regreso al cuartel general de la Brilat y escoltado por miembros de la Oficina de Comunicación de la Brilat, el equipo de Diario de Pontevedra se encontró con otra conocida unidad realizando un adiestramiento específico en los montes que rodean a la Boa Vila. Se trata de un grupo de militares de Infantería de Marina procedentes de la Escuela Naval, que llevan a cabo movimientos perfectamente coordinados.

De este modo transcurrió uno de los ejercicios de adiestramiento que realizan desde el miércoles y hasta finales de la semana que viene efectivos de la Royal Anglian de la British Army y miembros del Batallón Zamora de la Brilat, que se desarrollarán en Pontevedra hasta el próximo domingo y en el campo de tiro y maniobras de Parga (Lugo) durante la semana próxima. El regimiento británico llegó el martes a Pontevedra con todo su material bélico, desde el equipo ligero hasta las ametralladoras, con el fin de compartirlo con los soldados españoles.

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