La séptima edición de la Outubrofest echó el lunes el cierre dejando un sabor de boca muy dulce entre sus organizadores. "Todavía no hemos hecho números, pero estamos en cifras similares -o incluso mejores- a las del año pasado y eso es muy positivo, porque demuestra que la fiesta se ha consolidado en la ciudad, que la gente espera por ella y asiste", apuntó Félix Álvarez, presidente del Pontevedra Rugby Club, promotor de este evento. De hecho, las 25.000 personas de la pasada edición se han superado con creces y la cifra de visitantes se sitúa próxima a los 30.000.
A lo largo de los cinco días que ha durado la celebración (uno más de lo habitual, debido a la festividad de ayer lunes) se han despacho cerca de 7.000 litros de cerveza de importación y más de 10.000 salchichas de diferentes tamaños elaboradas en Xinzo da Limia.
Además de la jornada extra, la cita se vio favorecida por el buen tiempo. La lluvia de los primeros días remitió el fin de semana e incluso dio paso a unas cálidas temperaturas nada habituales en esta época del año, lo que propició un goteo continuo de comensales.
"Al mediodía tuvimos mucho ambiente familiar y gente que salía de trabajar y paraba a tomarse una cerveza. Pero, lógicamente, los momentos de mayor afluencia fueron a partir de las ocho de la tarde, sobre todo la víspera de los festivos", recuerda el portavoz del club organizador. Por contra, las horas muertas se situaron entre las 16.30 y las 19.30.
La carpa abrió todos los días a las 12 del mediodía y cerraba justo a la medianoche, "porque desde el primer año tenemos un pacto no escrito con la zona monumental de cerrar a esa hora para dejar que trabaje el resto de la hostelería, y lo hemos respetado".
En la preparación, puesta en marcha y mantenimiento de la Outubrofest 2015 han participado 250 personas, entre jugadores del PRC, padres, directivos y socios. En base a la disponibilidad de cada uno, se organizaron turnos de trabajo para que la carpa nunca se quedase sola.
