La conocida Panadería A Correxidora de Seixo ya es historia. Después de casi 97 años de actividad (fue fundada en 1916), la jubilación de su propietaria, Concha Rúa Dopazo, provocó su cierre definitivo el pasado lunes 31 de diciembre.
Lo cierto es que el establecimiento, conocido por sus sabrosos brazos de gitano, por su pan de leña y por tener pan recién hecho incluso por la tarde, deja una profunda huella en Seixo y en las poblaciones limítrofes, ya que contaba con centenares de clientes.
Concha Rúa, que recibió la Medalla de Oro de la Asociación Provincial de Industriales de Panificación en 2005, justo cuando tenía previsto jubilarse, alargó hasta ahora su trabajo en el negocio. Sin embargo, el tiempo, inexorable, ha obligado, ante la falta de reemplazo, a echar el cierre.
