La picaresca se cuela en la tragedia de Angrois

Una vez superada la conmoción inicial por el fatídico descarrilamiento del Alvia a las puertas de la estación de Santiago, ya ha empezado a florecer la picaresca de quienes buscan sacar provecho incluso de una catástrofe del tal magnitud sin mostrar un ápice de sensibilidad hacia las víctimas, los heridos y todo un pueblo superado por el dolor.

Ese es el caso de un vidente colombiano que quiso alardear de sus capacidades adivinatorias a costa del siniestro de Angrois. Conocido como Omar Hejeile, presumió de haber predecido el dramático accidente a través de un programa de radio en el que muestra sus dotes en la materia el 8 de julio, 16 días antes de que la salida de vía del tren acabase con la vida de 79 pasajeros. Pese a la osadía, hubo quien alabó sus aptitudes, pero también se ganó a detractores que aludieron a la vaguedad de las predicciones destapando otros sucesos que anticipó con poco éxito porque nunca se produjeron.

El oportunismo también llamó a la puerta de los vecinos de Angrois eregidos en héroes por su impagable auxilio a las víctimas de un siniestro que ocurrió a pocos metros de sus casas. Recibieron la visita de un hombre de unos 60 años que se ofrecía para dejar sus viviendas limpias de espíritus con el poco creíble argumento de que podrían quedarse por siempre en el lugar. Pero el autoproclamado exorcista no fue bien recibido. Tuvo que abandonar por pies el barrio compostelano ante el aluvión de constestaciones y negativas de los lugareños, indignados ante tal atrevimiento a costa del duro golpe que les tocó vivir.

Cuando muchas familias aguardaban todavía la identificación de los cadáveres, un varón de 40 años intentó pasarse por la pareja de una supuesta pasajera embarazada. Su intención era cobrar una doble indemnización por ambas muertes pero fue cazado y detenido por la Policía.

Dentro de lo lícito, la abogacía vio en el siniestro una oportunidad para captar clientes. Profesionales de esta rama acudieron sin dilación al hospital de Santiago con el fin de ofrecer sus servicios a los allegados de los heridos.

Aunque Ryanair lo negó, también se acusó a la aerolínea de subir el precio de los billetes en los vuelos entre Madrid y Santiago.

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