La plantilla de la Semana Verde hará huelga dos días de lonja y en GandAgro

El comité con Antón Álvarez, de la CIG, a la izquierda, ayer. r.t.
photo_camera El comité con Antón Álvarez, de la CIG, a la izquierda, ayer. r.t.

Sin medias tintas ni pasos intermedios. La plantilla de la Semana Verde acordó por unanimidad en una asamblea adoptar la medida más extrema, ir a la huelga, ante los despidos que se avecinan en la entidad ferial y que, finalmente, podrían quedar en nueve, aunque el número es una de las múltiples incógnitas que aún se mantienen en el conflicto. Este estalló el pasado viernes entre la dirección (que representa a la Xunta, en definitiva) y el conjunto de los trabajadores, que se muestran, esta vez más que nunca, muy unidos.

La convocatoria de huelga, cuya documentación fue entregada hoy en la Subdelegación del Gobierno, está fijada para días claves: el próximo martes, día 4, y el siguiente, 11, que son jornadas en las que se celebra la Central Agropecuaria, así como el jueves 13, día de la inauguración de la feria GandAgro. La Xunta tendrá que ideárselas para cubrir las bajas de personal y la tarea más difícil radica en la organización y la subasta de terneros y vacas de la lonja.

Será así si el director-gerente, Ricardo Durán, no se sienta a negociar con el comité y le explica el plan de viabilidad que dice tener en la mente -sobre papel, oficialmente, no hay nada- y el por qué de cada despido. En las tres jornadas de huelga habrá manifestación (se hayan consumado o no los despidos, que los sindicatos podrían denunciar), sin que el comité descarte otras medidas como la protesta en otros actos públicos o ante la sede de la Xunta. El comité sigue sosteniendo que la intención del Gobierno Autonómico «é deixar caer a feira e privatizala ou externalizar servizos», en palabras del responsable comarcal de la CIG, Antón Álvarez Merayo.

De hecho, a Durán lo está asesorando un responsable de la empresa privada que gestiona el Pazo de Congresos de Lugo. «A Semana Verde vai servir para que se faga rica unha empresa privada?». Es solo una de las muchas preguntas para las que el comité y los sindicatos CIG y CC OO exigen respuesta. Los trabajdores «teñen tanto medio de irse coma de quedar», dijeron los sindicalistas.

Incierto futuro

Y es que la lista de incógnitas, además de la ya referida, es larga: ¿Existe o no un plan de viabilidad?, ¿qué les dice la Xunta a los vecinos de Silleda que cedieron los terrenos para que aquí se generase riqueza y se crease empleo?, ¿va a haber cesión irregular de trabajadores a una empresa privada?, ¿cómo una administración pública, que ha de dar ejemplo y luchar por el empleo, juega así con el dinero de todos y se salta la mesa de negociación? y ¿cómo va a funcionar el mayor recinto ferial de Galicia con solo 17 trabajadores cuando ya es difícil ahora?

Algunas de estas preguntas se las expusieron al gerente, que dio respuestas vagas, dicen, y que, además, según el comité, se negó a exponerles el plan «que di que ten na cabeza e que non ten por qué explicar». Durán afirmó el viernes que la fundación solo sería viable con estos despidos, que de seguir así habría que cerrarla por los elevados gastos que genera.

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