VILABOA. Las penas, con chocolate, son menos penas. Esa es la nueva estrategia de la Plataforma de Afectados pola Subestación de Bértola, que ayer decidió endulzarse las guardias navideñas empezando la semana con una chocolatada, acompañada por rosca y postres caseros, a la que no faltaron ni los vecinos, ni los medios convocados. En la jornada imperó el buen humor y el habitual talante fraternal entre los habitantes de esta parroquia, que regularmente hacen turnos para no tener comprometidos todos los días de la semana en la vigilancia y, al tiempo no dejar abandonado el puesto en la protesta.
No pararán
Los habitantes de Bértola decidieron la semana pasada, tras reunirse con el equipo jurídico del Concello, que no tirarán la toalla durante la época de vacaciones y que mantendrán la vigilancia activa de la entrada a la parcela de Red Eléctrica Española. La guardia se inició el pasado mes de agosto, cuando los lugareños descubrieron que unos operarios querían empezar los trabajos de desbroce para la construcción de la dotación eléctrica y, desde entonces, se ha mantenido interrumpida solo los sábados, para las manifestaciones, y los domingos y festivos.
En principio, los vecinos no estarán dentro de la pequeña caseta que habilitaron en la zona próxima a la parcela en la jornada de hoy, ni en la de mañana, y será el día 26 cuando retomen la guardia presencial. Pero, tal y como explicaron ayer, eso no significa para nada que descarten la posibilidad de que la empresa desplace a personal al lugar para iniciar el desbroce del terreno. «O que facemos nos casos en que non estamos todos aquí, como nos festivos e domingos, é dar paseos pola mañá e pola tarde para ter todo controlado. Se ven alguén e se pon a traballar pode ter claro que o veremos e reaccionaremos a tempo», explican.
De hecho, no es la primera vez que un coche desconocido aparca o merodea por las inmediaciones y los vecinos se desplazan al lugar para confirmar que no se trata de operarios o personas que tienen intención de iniciar los trabajos.
La proximidad de las viviendas, que se dispersan en un radio de poco más de cien metros con respecto a la parcela, permite que el control sobre la zona sea bastante certero.
En cuanto a la chocolatada, los vecinos desconocen si esta se repetirá el día de Nochevieja, o en alguna de las próximas fechas señaladas, porque, como explican, «todo isto imos decidíndoo sobre a marcha. A última hora do día, cando se acaba a garda é cando se fala de quen vai a vir e o que se vai facer», relatan.
La protesta pacífica es la único arma que Bértola conserva de momento, a la espera de conocer el resultado del informe jurídico que se ha encargado sobre el borrador de un acuerdo presentado por el Ministerio de Fomento en el que se propone soterrar las líneas eléctricas, pero no se acepta la idea de ubicar la instalación en el monte, en una parcela que los vecinos cederían gratuitamente.
Los vecinos están conformes con la idea de que se soterre el cableado, pero no así con la de que la subestación se quede en el centro del pueblo, en un sitio que, consideran, compromete el desarrollo de la parroquia y también la salud de los habitantes, pues no respetaría las distancias de seguridad exigidas por la normativa sectorial. La decisión final se tomará en función de lo que los abogados del Concello expliquen la ‘letra pequeña’ de ese informe y sobre las posibilidades de prosperar del contencioso interpuesto contra Fomento.
La parroquia tampoco está conforme con la idea de que en 2017 o a partir de esa fecha, la empresa Unión Fenosa podría construir una segunda planta transformadora, de menores dimensiones, con la que derivar electricidad a sus zonas de interés. Ese dato era desconocido para ellos y solo se confirmó en el último encuentro a tres bandas convocado por Fomento para exponer su propuesta.
Plazos
En cuanto a la postura de Fomento, desde el Ministerio se ha pedido celeridad en la respuesta, pues de ella dependen los plazos de ejecución del AVE en Galicia.
Desde el Gobierno local de Vilaboa, la teniente de alcalde, Ornela Fernández Salgado, recordó ayer que «quen perdeu tempo foron eles, tanto Fomento como a empresa. Tempo de negociar, ao non facernos caso, e tempo de reaccionar, posto que xa van alá dez meses desde que os veciños presentaron a súa proposta para que se constrúa a subestación na parcela de monte que eles cederían. Foi en febreiro cando o expuxeron por primeira vez e se non lles fixeron caso, non é por culpa deles», afirma la nacionalista.
