El jefe superior de Policía de la Comunitat Valenciana, Antonio Moreno, ha asegurado que los agentes se han visto obligados hoy a emplear la fuerza en Valencia ante la "agresividad" de los manifestantes, y que es la autoridad judicial la que debe evaluar si ha sido una respuesta proporcionada.
Así lo ha dicho en una rueda de prensa convocada con carácter de urgencia por la Delegación del Gobierno ante los incidentes que se han producido en la cuarta jornada de protestas estudiantiles que se desarrollan en Valencia desde el pasado miércoles, en la que, hasta el momento, se han contabilizado catorce detenidos.
El jefe superior de Policía, sorprendido, ha dicho, ante el comportamiento "incívico" de adolescentes "de 14 y 15 años", no ha querido revelar el número de agentes que están interviniendo ante estas protestas y, al ser preguntado por ello, ha dicho: "No es prudente revelarle al enemigo cuáles son mis fuerzas".
A diferencia de las protestas de la pasada semana, en la que "por mucho que se diga" la acción policial fue "medida y proporcionada", hoy ha habido un "plus de agresividad" de los manifestantes que ha requerido "una respuesta equitativa". "Algunos creen que están en un juego, pero luego vienen las sorpresas y las lamentaciones" en forma de sanciones o procesos judiciales, ha señalado Moreno, quien asegura que los manifestantes han volcado contenedores y arrojado las botellas que había en su interior a los agentes: "Un clásico", ha añadido.
MANIFESTACIONES ILEGALES
Según Moreno, en las concentraciones de hoy, también "ilegales", los manifestantes han cortado el tráfico "haciendo caso omiso de la Policía" y, al llegar a la plaza de San Agustín, un grupo ha tirado contenedores al suelo y arrojado botellas y se ha enfrentado a los conductores.
"Pero no se han detenido aquí", sino que "han llegado a acometer físicamente" a los agentes de la unidad de intervención, que "se ha visto obligada en este caso a repeler la agresión", y después "se han disgregado buscando desórdenes y problemas".
En estos primeros incidentes, una mujer de 52 años ha tenido que ser atendida por los servicios sanitarios al recibir un impacto de botella en la cabeza, y uno de los detenidos también ha sufrido lesiones en una pierna y contusiones en la cabeza. "La Policía está obligada a mantener la legalidad y ha intentado mantener la paz, pero había intereses en agravar el conflicto. Hay que preservar los derechos de los ciudadanos y de los agentes que actúan en legítima defensa para protegerse", ha asegurado.
Preguntado por las numerosas denuncias de colectivos que aseguran que la actuación del Cuerpo Nacional de Policía está siendo desproporcionada, Moreno ha asegurado: "En este país, es la autoridad judicial la que valora la proporcionalidad y la necesidad del empleo de la fuerza". "Hoy, el plus de agresividad ha exigido una respuesta equitativa, que ha sido comedida desde nuestro punto de vista, aunque eso lo debe valorar la autoridad judicial", ha justificado Moreno, quien ha recordado: "En el anterior conflicto -el 15M- también se tuvo que emplear la fuerza cuando los agentes fuimos atacados".
BUSCANDO NORMALIZAR LA SITUACIÓN
El jefe superior de Policía ha apelado a la "sensibilidad" de los diferentes sectores para que esta situación pueda normalizarse, mensaje que también ha utilizado la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Paula Sánchez de León, confiando en que los incidentes queden en "anécdota".
Por otra parte, la Confederación Española de Policía, el sindicato mayoritario en el colectivo de antidisturbios, ha destacado en un comunicado que algunos de los participantes en las protestas de los últimos días han insultado y escupido a los agentes y han gritado consignas como "Vosotros, fascistas, sois los terroristas" o "La Policía, tortura y asesina".
El citado sindicato advierte a los que quieren "defender lo que les parece justo" de los límites que no se deben traspasar, entre ellos el del insulto, la violencia o la negativa a seguir las indicaciones de la Policía. "Quienes acusan a la Policía de malos tratos manipulan la realidad para adecuarla a una sola premisa: que la Policía maltrata. Y eso es radicalmente falso", señala.
