La reacción internacional de los fácticos

los demócratas nunca hemos cuestionado que el poder político reside en el pueblo. También sabemos que la democracia está sustentada por muchos elementos que configuran el sistema, pero teníamos la ilusión de que éstos estaban sujetos a la voluntad política de la mayoría de ciudadanos, pero por desgracia y con una profunda preocupación, nos hemos dado cuenta que vivimos en un sistema, que siendo el menos malo de los existentes, necesita de reformas estructurales urgentes, si queremos que la democracia continúe. Vemos en México como existen anti-poderes que le hacen frente al sistema y crean unas estructuras paralelas a las constitucionales arrebatándole la exclusividad de la violencia. Se podría decir que existe una especie de guerra civil entre los ciudadanos y sus representantes, o sea el estado, contra las estructuras mafiosas controladas por no se sabe quién. Pero no sólo es México, existen en toda Hispanoamérica las mismas organizaciones, denominadas carteles, que se mueven en cada país como perico por su casa. A algún cartel se le atribuye el asesinato de Kennedy. Estas organizaciones no tienen ni patria ni ideología, o mejor dicho, la única idea que tienen es la de ganar dinero como sea. Ni les importan las personas, ni la patria, ni el bien común, sólo quieren amasar dinero y el poder que el mismo da. Da miedo analizar la historia y comprobar cómo a lo largo de los siglos siempre existieron organizaciones mafiosas capaces de cometer cualquier acto, sin tener límite o barrera alguna. Actualmente el giro que está dando la política internacional, gracias al presidente Obama, parece que empieza a molestar a algunos poderes fácticos internacionales. Todos sabíamos que el desafio de Obama era difícil, y muchos pensábamos que lo haría en un tiempo prudencial, pero la presión de sus enemigos le ha obligado a pisar a fondo el acelerador lo que ha generado una fuerte reacción en ciertos sectores de la sociedad de EE.UU. Como ha pasado con los grandes reformadores se le acusa de socialista, como si de un delito se tratara. Se le acusa de anti americano, de enemigo de la libertad, y si no lo eliminan antes, veremos cómo se le acusa de perseguidor de sus enemigos, o sea de chavista. Pronto observaremos recrudecer los ataques contra Obama, si sigue adelante con lo de Guantánamo, o con la creación de un sistema sanitario parecido al occidental. Como decía nuestra Concepción Arenal: «La mayor parte de las libertades que se ofrecen al pobre son como manjares que no se puede tocar, cosa que al parecer no advierten los que en su obsequio preparan la fiesta», y sicarios habrá que intenten silenciar al que prepara la fiesta. Pone los pelos de punta la similitud estratégica que se desarrolla en América, Europa y Asia, la cual parece inspirada por los mismos patronos y con los mismos padrones. Pero esperemos, que esta vez, se desarrolle un movimiento internacional que grite al unísono ¡Basta Ya! ¡No más capitalismo salvaje! No creo que mis ojos lo vean, pero llegará el día deseado, tal y como decía Bakunin: ‘La libertad ajena ampliará mi libertad al infinito’, y en ese momento se cumplirán los sueños de todos los progresistas.

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