La vida en Marte, a partir de 2030

Es el año 2050. Los seres humanos han colonizado el planeta Marte y viven en micro ciudades encapsuladas que los protegen de las caídas de meteoritos y tormentas de polvo. Nos hemos convertido en los marcianos que habitan el planeta rojo, un segundo hogar como alternativa a la Tierra, tras un proceso de colonización espacial que alguna vez fue iniciado por científicos mexicanos.

Por ahora la idea es una historia de ciencia ficción, pero puede ser la antesala del futuro. Actualmente un proyecto de investigación de la NASA y la Universidad Autónoma de México está dirigido a la colonización de Marte en las próximas décadas.

Los investigadores estiman que el hombre llegará a la superficie de Marte en el año 2030 y que los humanos estarán habitando el planeta bajo condiciones experimentales dos décadas después. “Ahora podemos exportar vida fuera de nuestro planeta”, dijo Rafael Navarro González, presidente de la Sociedad Mexicana de Astrobiología. “Hoy se ha desarrollado el turismo espacial, pero muy pronto surgirá el interés económico por explotar los minerales que existen en la Luna y en Marte”, señaló el científico.

El equipo en el que trabaja Navarro está desarrollando experimentos en el Pico de Orizaba, una montaña ubicada en la ciudad de Veracruz, donde crecen pinos a 4.100 metros de altura.

En Marte hace mucho frío. Las temperaturas llegan a menos 55º centígrados, razón por la cual el agua que existe en el planeta está constantemente congelada. La primera etapa del proceso de “terraformación” del planeta es aumentar su temperatura. Para ello, los investigadores han decidido que la mejor opción es producir gases responsables de generar el ‘efecto invernadero’, el mismo que en la Tierra está provocando el cambio climático. La idea es que esos gases generen un aumento de la temperatura que permita llegar a 0º en algunas zonas del planeta, convirtiendo a la superficie marciana en un lugar más habitable para organismos terrícolas.

Aire para respirar

El paso siguiente es la exportación de bacterias capaces de hacer fotosíntesis y liberar oxígeno a la atmósfera marciana, que está constituida en más de un 95% por dióxido de carbono. Si los microorganismos hacen bien su trabajo, se generarían las condiciones necesarias para la introducción de árboles, animales y, posteriormente, seres humanos.

Pero todo este proceso podría demorarse cientos de años antes de que los seres humanos puedan caminar libremente por la superficie marciana en una atmósfera respirable. Si es que algún día lo llegan a hacer.

Por ahora, los investigadores apuntan a crear pequeños asentamientos encapsulados que se convertirían en las primeras experiencias de habitabilidad en Marte. Los experimentos están en una fase preliminar que podría sufrir transformaciones en los próximos años, especialmente después de 2030, fecha fijada por la NASA para ‘conquistar’ el planeta rojo.

Por lo pronto, los científicos mexicanos dedican sus esfuerzos a lograr que en el Pico de Orizaba los pinos sobrevivan en zonas aún más altas que los 4.100 metros, lo que les permitiría dar un pequeño paso en la gigantesca aventura de exportar vida a Marte.

Comentarios