La vida según Paulino

Berlusconi anda en amores con una ragazza de veintiocho años, solo cincuenta más joven. Y yo creo que como se ponga al tema la disonante pareja en el casquete se le va a quedar al ilustre varón lo que reste de su virilidad, y si me apuran, incluso parte de la salud. Veo los titulares del día después: «Piden las instrucciones del «Mecano» porque Il condotiero se desarma echando un Feliciano». En fin, «Berlusco» parece que conserva incólume su sesgo sexi. Metrosexualidad Imserso debe ser eso. A lo sexi se ha referido Wert en Epipress: «Rajoy quizá no tenga un estilo sexi, pero es muy eficaz». ¡Coño! J. I., yo no sabía que aparte de quedarte con el molde cuando intentabas dar la mano a los estudiantes también valías para expedir patentes de sex- appeal. Procedo, pues, a solicitarte dictamen: ¿Te parece sexy la nueva regulación de las becas «Erasmus»? Y que seas el ministro peor valorado con Albertiño ¿eh? ¿Te parece eso sexy? Contéstame a vuelta de correo. Sexy no sé si era o no Pistorius, pero mal lo está pasando en el juicio. Una foto nos lo muestra con un recipiente delante para vomitar; los nervios: «póngase en pie el acusado y conteste al Fiscal; «es cierto que…» y en ese momento ¡zaca! pota al canto. Y es que Pistorius, apellido que podría ser el mote del encargado de un taller de reparación de motocicletas de Meaño, se juega trena por -dicen- haber atentado contra la vida de su novia. Por la vida y en su favor está Blázquez, el sucesor de Rouco. Él y todos los clérigos. Entiendo que la Iglesia abogue por la vida y detracte el aborto, pero entonces ¿qué impide a sus ministros darla? ¿Por qué son tan cicateros para engendrar?; «Bernardo, es usted un demagogo. Se trata de una norma de la Iglesia. Un canon». ¿Pero cómo que demagogo? ¡Pero qué canon ni qué leches! Es como militar en «Greenpeace» y ser partidario de Garoña, o en Vai polo Río y estar en favor de Celulosas. O sea, inexplicable. Pero en fin, naturaleza humana. Como el Paulino, el de Chantada, que hace veinticinco años le decía a un sobrino al que regaló una escopeta de balines «no le tires a las golondrinas, que fueron las que le quitaron a Cristo las espinas de la corona» y luego él, con el cuchillo de matar el cerdo, se llevó por delante a seis tíos. Por delante va Alaya de Maleni, que no tiene nombre de tango pero a la que hacen bailar con una fianza de treinta millones dejándola fané y descangallada. Voces del Psoe han comenzado a piropear a Alaya diciendo que su mejor virtud procesal es su piel, una piel porcelanosa y chinesca. Y hablando de fianzas y de multas, el alcalde de Pedrafita va a juicio por maquinar para no pagarlas. Hay que respetar la presunción de inocencia, pero hay cosas que empiezan mal. ¿Recuerdan aquello de «o raposo gardando as galiñas»? Pues así se apellida. Raposo, sí. Mal nombre para que le lleven a uno a juicio.

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